Cuando una cosa atrae a la otra
Sergio Mejía Cano
09 de enero de 2020
En la conferencia que ofreció este pasado martes 07 de enero el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la secretaria del Trabajo Luisa María Alcalde, confirmó que el exdirigente del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps ya no ocupaba más el cargo como tal por haber renunciado. Esto debido a que había voces que aseguraban que permanecería al frente de los petroleros hasta el año 2024. Y no reconoció a los tres que supuestamente habían ocupado el lugar por haber sido electos en respectivas asambleas.
Enfatizó la secretaria Alcalde la nueva reforma laboral que le da libertad al trabajador para escoger mediante el voto libre y secreto a sus dirigentes sindicales, añadiendo que no hay de otra, que tiene que haber democracia al interior de los sindicatos; que no es que el actual gobierno federal se quiera inmiscuir en asuntos sindicales, sino que así está establecido en la reforma laboral. Y esto obviamente que alegró a un sector de los trabajadores ferroviarios, pero a otros, que actualmente están en las dirigencias sindicales, los puso a sudar un poco, no tanto como se debiera debido a que se sienten con la sartén por el mango en cuanto a elecciones sindicales se refiere debido a los grupos de choque con los que cuenta la actual dirigencia sindical ferrocarrilera, de ahí que nada más hayan sentido cierto resquemor.
Sin embargo, si los actuales dirigentes del sindicato ferrocarrilero se entretuvieran un poco en pensar en aquello de que cuando vean las barbas de su vecino rasurar, que pongan las suyas a remojar, comprenderían que por ahora aparentemente lo único que está ocupando y preocupando a la actual administración federal es el sindicato petrolero, pero en esta misma conferencia la señora Luisa María Alcalde señaló que serán los mismos trabajadores quienes tendrán acceso a los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT) y tendrán que ser aprobados en su contenido por los mismos trabajadores; y algo que es de resaltar, fue cuando la secretaria del Trabajo afirmó que hasta el día de hoy ningún CCT ha sido dado a conocer en su contenido a la planta laboral antes de ser firmado por empresas y sindicatos, y que por lo regular la mayoría de sus cláusulas protegen más a la parte patronal que a la trabajadora. Por lo que en adelante y de acuerdo a la nueva ley laboral, los CCT tendrán que ser elaborados bajo el escrutinio de los trabajadores y ser tanto verificados como aprobados por los trabajadores.
Pero lo que más alegró a los ferroviarios sobre todo jubilados y pensionados y desde luego a algunos activos fue lo señalado por el mismo AMLO al referirse de que la mayoría, si no es que todos los sindicatos democráticos habían sido desaparecidos en los pasados sexenios, y puso énfasis en la era de Demetrio Vallejo Martínez, reconociendo con esto, no veladamente, sino firmemente que el actual sindicato de los ferrocarrileros que tiene bajo su administración Víctor Félix Flores Morales es un sindicato charro, espurio, y que claramente está en contra de la clase trabajadora, porque si el tema señalado por Luisa María Alcalde de que los actuales CCT favorecen más a los patrones que los trabajadores y AMLO no puso reparo alguno, tácitamente reconoce el presidente que con la privatización de los ferrocarriles en nuestro país se favoreció mucho más a los nuevos concesionarios que a los trabajadores cuya planta laboral quedó en la calle con esta privatización en casi un 80 por ciento. Y precisamente en cuanto al CCT actual que tiene el sindicato ferrocarrilero con los concesionarios de los ferrocarriles en el país, contiene cláusulas que desprotegen abiertamente a los trabajadores a quienes por alguna falla, error o accidente no los defiende el sindicato y mucho menos las empresas ferroviarias.
El CCT de los Ferrocarriles Nacionales de México (FERRONALES) que contenía poco más de un mil cláusulas que protegían más al trabajador se olvidaron, quedando el actual CCT reducido a menos de 100 cláusulas en donde quien más favorecido sale es el nuevo concesionario ferrocarrilero y más agraviado el trabajador. Sin embargo, aún queda por aclararse que dicho CCT de FERRONALES tuvo que haber sido sustituido de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo por el CCT de las Divisiones Sonora y Sinaloa de lo que fue en su momento el Ferrocarril del Pacífico, S.A. de C.V. (FCP), porque el CCT que prevalece en una fusión es el que contenga las mejores cláusulas, y en este caso el del FCP era el que protegía más a los trabajadores.
Sea pues. Vale.
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