Asaltos y robos al transporte foráneo se incrementan
Sergio Mejía Cano
01 de noviembre de 2019
Es un hecho fehaciente que la delincuencia se ha incrementado en nuestro país a más no poder; obvio que no en los días recientes, sino que desde hace ya algunos años que los asaltos y robos están a la orden del día. Se entiende que toda clase de delitos han existido desde que hay seres humanos en el planeta; sin embargo, asaltos a vehículos de todo tipo en las carreteras se han incrementado enormemente.
Ahora hay más asaltos y robos en camiones foráneos de pasajeros y desde luego a los que transportan mercancías que, al no haber la vigilancia adecuada en los caminos tanto federales como estatales y municipales, los asaltantes actúan con todas las facilidades. Pero también los asaltos a los trenes ya se han convertido en hechos cotidianos, porque una realidad es que hasta la década de los años 80 del siglo pasado no se presentaban robos a los trenes de carga tal y como sucede hoy en día. Se ha documentado que cuando la ciudad de Monterrey, Nuevo León comenzó a expandirse en su mancha urbana, en los suburbios que empezaron a establecerse en las inmediaciones de las vías férreas, sus habitantes se dieron la maña de ordeñas las unidades de carga de los trenes debido a que se había reducido la velocidad a los trenes al llegar a la zona urbana; pero luego, esos mismos que se dedicaban a ordeñar las unidades se dieron cuenta de cómo se podían hacer parar los trenes – o alguien les dijo- al cerrar las válvulas o llaves de las mangueras del sistema de frenos de aire y lo llevaron a la práctica, por lo que posteriormente ya se hizo una práctica común hacer detener los trenes y saquearlos con mayor facilidad.
Y si pocos asaltantes o nada más los de los suburbios de Monterrey sabían cómo hacer para parar los trenes de carga, por medio de un noticiero en televisión abierta que dio un reportaje sobre estos robos a los trenes de carga, sirvió posiblemente como una escuela para que habitantes de otras zonas del país en donde pasan las vías férreas supieran cómo hacerle para detener los trenes en marcha. En el noticiero de televisión se dio santo y seña con lujo de detalles de cómo le hacían los habitantes de los suburbios de Monterrey para parar los trenes de carga y pues ese reportaje fue más bien un instructivo para otras personas que ni tardas ni perezosas se dieron a la tares de poner en práctica la enseñanza que aprendieron por medio de la televisión.
Sin embargo, esta práctica cambió drásticamente, pues después ya no era con cerrar las llaves que hacen pasar el aire para el frenado, sino que a los asaltantes les dio por bloquear las vías o abrir las agujas de los cambios de vía, pero lo malo de esto es que se comenzaron a generar infinidad de accidentes porque con esta práctica han hecho descarrilar los trenes a veces hasta con fatales consecuencias tanto para la tripulación como los que viajan de polizones.
Se ha documentado por medio de las redes sociales cómo en el estado de Puebla desde un paso superior sobre la vía férrea avientan rocas, tabiques, llantas, etcétera. para que se detengan los trenes; lo malo de esto es que por la velocidad con que corren los trenes a los maquinistas se les hace difícil detener el tren por lo que algunas de las veces la máquina se monta sobre los obstáculos haciéndola descarrilar, momento que aprovechan los asaltantes para saquear las unidades que transportan codiciada mercancía; y lo curioso de esto es que los asaltantes saben por lo regular qué unidad o contenedor abrir, ya que se dirigen directamente a los que traen algún tipo de mercancía como pantallas de televisión u otro tipo de aparatos electrónicos, lavadoras, estufas, etcétera; y a pesar de que esto sucede por lo regular en zonas de difícil acceso, en los videos se ven camionetas que están esperando ser cargadas con el producto del robo.
Comentan algunos ferroviarios que en las inmediaciones de Pénjamo, Guanajuato, se han detectado familias entera que se dedican al asalto y robo de los trenes de carga, y precisamente en dicha entidad, se han dado agresiones en contra de las tripulaciones de los trenes porque los asaltantes no conformes con robar mercancía, se suben a la cabina para también robarles sus pertenencias a las tripulaciones, y comentan los ferrocarrileros que al menos ya se dio una muerte de un garrotero que al estar hablando por radio-comunicación para decirle al maquinista que no se moviera, el o los asaltantes tal vez creyeron que les estaba hablando a las autoridades y le dieron un balazo en la cabeza.
Sea pues. Vale.
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