Cuestiones de comunicación social

Si bien uno en lo particular es neófito en la materia de comunicación social, esto no opta para darse cuenta que la mayoría de los reporteros que por lo regular están presentes en las conferencias de prensa de la mañana con el actual Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dejan mucho qué desear en sus cuestionamientos.

Desde luego resalta en que la mayoría de ellos no son objetivos en sus planteamientos porque tal vez aún no asimilan estar frente a un presidente que les permite todo tipo de preguntas, y esto porque muchos de estos reporteros se forjaron en un sistema diferente y en donde es posible que jamás se les permitió formular alguna pregunta al presidente en turno si esa o esas preguntas no pasaban antes por un filtro para no incomodar al “señor” y para no sacarlo de su esquema ya preparado de antemano.

Ahora se ve claramente esa libertad de formular preguntas que los reporteros, quizás traumados por el sistema y régimen anterior, ahora que se les ha permitido cuestionar en todos los sentidos no dan con bola en cómo conducirse, sobre todo aquellos reporteros que a una pregunta le dan vueltas y sin llegar a nada se pierden en sus mismas peroratas en que muchas de las veces se ve claramente que ellos, los reporteros, se pierden a sí mismos.

Se supone que todo ente que esté inmerso en la comunicación debería de tener un cierto grado en conocimientos de cultura general, estar al tanto de la historia nacional y universal, de geografía, de literatura, arte y cultura, etcétera; sin embargo, y por lo que se ve diariamente en estas conferencias ofrecidas por AMLO, muchos de los reporteros han quedado en ridículo al ser rebasados por su tal vez falta de conocimientos o posiblemente por ser agarrados en curva y no tener ya preparada una pregunta que sustituya a otra o reafirmar la que ya formuló desde un principio.

Ahora con el affaire del problema de la hermana República de Venezuela, uno de los reporteros quedó en evidencia al cuestionar al presidente mexicano respecto al porqué su pronunciamiento de no intervención  y libre autodeterminación de los pueblos, así como de la resolución pacífica de las controversias, tan así se vio mal este reportero que el mismo AMLO le pidió que buscara en la Constitución Política de nuestro país el artículo 89 en su fracción X, cosa que hizo el reportero en un aparato portátil y lo leyó mediante las interrupciones necesarias de AMLO para señalarle quién era el Jefe del Ejecutivo que tenía bajo su mando la política exterior, etcétera. De haber estado versado en algo de cultura popular, este reportero no hubiera tenido necesidad de todo esto y menos de cuestionar al Jefe del Ejecutivo su actuar frente a este conflicto que tal y como lo señaló el presidente AMLO, es un problema que atañe única y exclusivamente a los venezolanos y a nadie más, por lo que dicho reportero quedó en ridículo ante sus demás compañeros y desde luego ante la opinión pública que está al tanto de estas conferencias mañaneras; claro que a menos que al reportero sus jefes le hubieran ordenado preguntar lo que preguntó a sabiendas de que era una pregunta a todas luces inadecuada. O tal vez para hacer la mosca chillar y nada más y ganar sus cinco minutos de fama y que fuese visto su persona a nivel nacional.

Y así al igual que muchos reporteros (se engloban ambos géneros), infinidad de locutores no muestran un grado de cultura; pero tal vez se debe a lo que hoy en día les enseñan en las escuelas de Ciencias de la Comunicación, porque pareciera ser que están producidos como en serie ya que la mayoría de ellos, tanto reporteros como locutores utilizan las mismas palabras.

Y no nada más a nivel de prensa escrita y de locución de la radio, porque están igual o peor muchos de los dizque periodistas que tienen programas televisivos de noticias y más, los que entrevistan a diversos personajes de la política o de cualquiera otro rubro; porque es muy notorio que en la mayoría de las entrevistas, quien está respondiendo un cuestionamiento es interrumpido por el entrevistador para cambiar radicalmente del tema que le cuestionó principalmente, sobre todo cuando el que está respondiendo comienza a pisar algunos callos que, obviamente al entrevistador lo saca de casillas y tal vez por eso interrumpe al que habla cambiándole el tipo de pregunta que desde luego ya es otro tema muy diferente al inicial.

Y no habría que admirarse del entrevistador que interrumpe una idea, sino del que está respondiendo.

Sea pues. Vale.