Señales de polarización social
Francisco Cruz Angulo
11 de Septiembre de 2018
Uno de los principios de la gobernabilidad democrática es la tolerancia a la diversidad de opinión, el diálogo y la búsqueda de acuerdos en la solución de los conflictos.
Algunas opiniones proferidas por el Jefe del Poder Ejecutivo Estatal, Antonio Echevarría García despertaron diversas suspicacias de sí existe una buena relación política con los 20 alcaldes de la entidad y con el Rector de la Universidad Autónoma de Nayarit, Mtro. Jorge Ignacio Peña.
La primera opinión dicha a botepronto a un grupo de periodistas fue cuando dijo con tono irónico y de reclamo que los alcaldes parece que no tienen madre refiriéndose a que 17 alcaldes ignoraron la invitación de acudir a esta capital a escuchar la exposición de un programa de prevención del cáncer intrauterino y de mama, enfermedad que viene a la alza en varios municipios del estado.
Por supuesto que fue una indolencia de los presidentes municipales porque compete a ellos en coordinación con la Secretaría de Salud los obligados a implementar una urgente política pública de salud para contener esa enfermedad.
La frase “los alcaldes no tienen madre” me recuerda a otra expresada por el ex gobernador Rigoberto Ochoa cuando tildó a los diputados como burros enzapatados.
Si bien todo puede quedar como una simple anécdota. Sin embargo en el imaginario popular despierta el “sospechosismo” que no existe una buena comunicación entre los gobernantes municipales y el estatal.
Si esa actitud equidistante se observa en política de salud pública que será en materia de seguridad pública o en el combate a la corrupción y a la impunidad que exige la corresponsabilidad entre los tres niveles de gobierno.
Me parece que la coordinación de fortalecimiento municipal y la Secretaría General de Gobierno no están haciendo bien su trabajo. De no hacerlo con eficacia se continuará exponiendo al gobernante nayarita en la picota pública…
LA UAN OBLIGADA A RENDIR CUENTAS
La otra declaración pública del Gobernador del Estado que provocó preocupación y cierto malestar en la comunidad universitaria de la Universidad Autónoma de Nayarit fue cuando señaló que no apoyaría con más recursos económicos a esa institución por el hecho que el Rector Jorge Ignacio Peña no cumplió con su promesa de limpiar de “aviadores” a ese centro educativo. Palabras más, palabras menos. Adelantó que ellos resuelvan sus problemas financieros.
Esta advertencia del Ejecutivo Estatal de ninguna manera los sectores y autoridades de la UAN deben tomarlo como una agresión o falta de respeto a su autonomía.
El gobernante aliancista desde el inicio de su gestión dio muestras de su voluntad de coadyuvar en sacar de la crisis económica a nuestra Máxima Casa de Estudios pero de ninguna manera firmó un cheque en blanco.
Exigió lo que obliga el sentido común cuando se suscriben acuerdos entre las partes, o sea, cumplirlos.
A más de un año de gestión del actual rector Jorge Ignacio Peña se realiza a cuenta gotas la limpia de decenas de académicos y trabajadores de confianza que cobran en la nómina sin trabajar o simulan que trabajan.
La mayoría de esos “aviadores” fueron impuestos por recomendaciones de altos funcionarios de la administración de Roberto Sandoval a los que el actual rector se vio obligado a ratificarlos a cambio del apoyo del que los líderes de la FEUAN y del SPAUAN lo apoyaran a colocarlo en la rectoría. El Mtro. Ignacio Peña quedó atrapado y es rehén con este pago de lealtades políticas. Obviamente no hay rendición de cuentas ante su máxima órgano de gobierno como lo es el Consejo General Universitario (CGU) porque a este lo controla la mayoría de los consejeros afiliados a la FEUAN y el SPAUAN.
Considero que ante la ineficacia de los órganos de control interno financiero es la Auditoria Superior de Nayarit y el Congreso del Estado los que deben llamar a cuentas al actual rector de la UAN. De esta manera se evitará los golpeteos políticos que deterioran la imagen pública del gobernante nayarita mediante insidiosas campañas como el de mostrar desinterés en apoyar la educación media superior popular.
Nadie querrá que la UAN vuelva a convertirse en foco de grave conflicto social como así ocurrió en décadas pasadas…
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