El agua es vida y salud
Sergio Mejia Cano
27 de Junio de 2018
Me entero que un familiar está enfermo padeciendo una infección en las vías urinarias. Asiste al médico y cuando éste le pregunta al paciente si toma agua, el paciente le responde que muy poca, que prefiere beber refresco porque el agua casi no le gusta.
Esto me hizo recordar un reportaje que leí hace algún tiempo en donde se afirmaba que en nuestro país hay menores de entre los 12 y los 17 años de edad con males renales y algunos de estos pequeños necesitaban trasplante de riñón irremediablemente. Lo curioso del caso es que el común denominador que resaltó cuando les preguntaron a los padres de estos niños –ambos sexos- sus hábitos alimenticios, fue que la mayoría preferían tomar refresco a beber agua.
Se entiende que las bebidas gaseosas se han utilizado desde siempre a partir de los años 30 o 40 del siglo pasado; sin embargo, hoy en día se ha documentado que hay más personas que prefieren esta bebida al agua natural que es la que más beneficia al organismo humano.
Es muy común ver cómo a la hora de la comida mucha gente acude a una tienda por su refresco, sobre todo el de cola; se mira cómo salen de la tienda o de alguna tienda de conveniencia con estas bebidas gaseosas en donde resaltan las de tamaño familiar y hasta de más cantidad. Y hay gente que no come si no hay refresco de por medio. No por nada México está considerado como uno de los países que más refrescos consume.
Se ve a padres de familia que les dan refresco a sus hijos a los pocos meses de nacidos sin considerar el gran daño que les ocasionan a su organismo, por lo que de ahí se desprende que comienza lo que con el tiempo tendrá a sus pequeños con males renales y más, porque conforme van creciendo siguen bebiendo más y más estas gaseosas e incluso empiezan a preferir más los refrescos que el agua, y lo malo está precisamente en los padres de familia que supuestamente porque los quieren mucho les satisfacen su deseo de preferir el refresco al agua.
Pero no nada más los riñones son los que resultan dañados por la falta de agua en el organismo, sino que también los intestinos y los demás órganos del cuerpo humano sufren deterioro al no recibir el agua suficiente.
Comenta un pensionado que una de sus nietas de 14 años se quejaba de un fuerte dolor abdominal y que no podía obrar por más esfuerzo que hacía al intentar evacuar el intestino, así que la llevaron al médico, resulta que tenía una oclusión intestinal ocasionado por una porción de excremento que estaba endurecido. El médico preguntó a la muchacha si no tomaba mucha agua, a lo que la chica le dijo que no porque no le gustaba, entonces el médico sacó sus propias conclusiones diciéndole a los padres de la pequeña que deberían de estar más atentos sobre esta cuestión de que su hija no tomara agua, y cuenta el pensionado que por cierto los había acompañado, que delante de sus papás y su abuelo le dijo a la niña que si no tenía la ilusión de su fiesta de 15 años, estudiar y lograr ser profesionista, casarse y tener una familia, etcétera. La muchacha respondió que sí, que añoraba ya crecer para ir a fiestas, tardeadas, a la playa con sus amigas y amigos; pues bien, le dijo el médico, si no acostumbras a tomar agua como se debe posiblemente no logres todas tus ilusiones porque por no tomar agua tu caca se endureció y ahí se quedó en tus tripas y todo porque necesitaba agua para que tu intestino estuviera bien lubricado y poder expulsar lo que no se debe de quedar en tus tripas. Así que si quieres seguir viviendo debes de tomar mucha agua.
Tanto el abuelo como los papás de la muchacha le agradecieron al médico estas palabras, porque el pensionado le comentó que desde siempre, tanto él como los padres le decían a la niña que bebiera agua, pero que no les hacía caso y que a ver si ahora que se lo había dicho él, entonces sí hacía caso. Y desde aquella vez que el médico le hizo ver a la muchacha con hechos contundentes lo malo que era no tomar agua, desde luego ya ha bebido mucha agua todos los días y ya no ha tenido problemas similares.
Pero volviendo a los problemas renales que padece hoy en día mucha gente, no sufren este mal nada más los jóvenes entre las edades que se mencionan líneas arriba, sino de menor edad y desde luego adultos que, volviendo a lo que por lo regular genera este mal, es por preferir refresco al agua.
Y lo malo es que cuando un adulto les dice a los jóvenes que tomen agua, son más burlas que atención a lo que uno les dice, sin tomar en cuenta que es por su bien.
Sea pues. Vale.
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