En nuestras manos el futuro de Nayarit
Francisco Cruz Angulo
29 de Mayo de 2017
Este pasado fin de semana cerraron sus campañas políticas-electorales la mayoría de los candidatos a todos los puestos de elección popular sin que se haya registrado ningún acontecimiento de gravedad.
Por la gran cantidad de candidatos por los distintos puestos de elección popular fue una competencia compleja pero que en modo alguno podría comparársele a la del Estado de México en la cual sus candidatos a gobernador se tiraban con lodo todos los días incurriendo en mentiras, medias verdades y videograbaciones cargadas de infamia cuyo único propósito fue de descalificar a sus adversarios.
En Nayarit no se llegó a ese grado de mezquindad. Sus candidatos a gobernador sobre todo los que puntean las tendencias del voto mostraron civilidad política y de respeto a sus proyectos de gobierno, unos expuestos con más claridad y profundidad por su larga experiencia política y otros por su experiencia empresarial pero coincidentes en objetivos fundamentales: el desarrollo productivo de Nayarit, mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los nayaritas, combatir la corrupción y la impunidad y ejercer un gobierno transparente, honrado y de puertas abiertas a todos los ciudadanos independientemente de su filiación política e ideológica.
Por lo inédito de esta competencia electoral dado que participan una enorme cantidad de candidatas y candidatos por la vía independiente a los ayuntamientos, regidurías y diputados locales el voto de los ciudadanos el próximo 4 de junio determinará el futuro de Nayarit.
Hay quienes piensan que las maquinarias partidistas serán los grandes protagonistas en los próximos comicios. No lo creo así. A lo largo de este último mes más allá del profuso dispendio en propaganda por medio de carteles, volanteo, entrega de prebendas materiales, escuche a diario por medio de algunos noticieros matutino de radiocomunicación las propuestas de numerosos candidatos que compiten por la vía independiente con ideas frescas e imaginativas, sobre todo la de jóvenes con preparación universitaria que de llegar a la cámara de diputados, presidencias municipales o regidurías oxigenarán y vigorizarán a esas instituciones remplazando el viejo discurso demagógico por una nueva praxis dinámica y con visión de futuro. Eso es alentador.
No obstante –insisto- será posible esa transformación cualitativa de nuestras instituciones a condición de que la mayoría de los nayaritas que tienen el sufragio en sus manos lo emitamos en las urnas el próximo domingo.
Está demostrado que las viejas burocracias gubernamentales como las tiranías emergentes no resisten la movilización popular aun cuando se pretenda intimidarlas por el miedo o comprarlos con una prebenda o menospreciar su fuerza cuando ésta no se somete al designio de los poderosos.
En cambio cuando toda esta fuerza popular la oculta en lo profundo de su ser y en cambio se muestra apático, resignado a su vida miserable o el diario mendingar el sustento de su hogar como si fuera pordiosero es esa actitud a la que le apuestan los que hoy mantiene el poder político y económico en nuestra entidad.
Mirando de cara a los comicios del 4 de junio si más del 60% de los ciudadanos ejerce con plena libertad la decisión de su voto ganarán aquellos candidatos que supieron conectar con el corazón y las necesidades de la gente y se alzarán con la victoria. Serán gobiernos legales y legitimados por el manto popular.
Lo peor que podría pasarnos a los nayaritas es que depositáramos ciegamente nuestro futuro en manos de las burocracias políticas y de los poderes facticos, esto es absteniéndonos de acudir a la casilla electoral. Cuál sería su resultado; a saber, gobiernos de minorías e ilegítimos carentes de ese vital elemento que renace la esperanza de un pueblo, esto es, su participación activa en la toma de decisiones en el gobierno y construir su porvenir a partir de sus necesidades cotidianas.
A una semana de los comicios estatales nadie la tiene segura. Sea quien sea el próximo gobernador del estado tendrá una enorme responsabilidad política, social y humana que es la de gobernar para todos sin filias y sin fobias y llamar a que todos nos sumemos a ese propósito urgente de transformar a Nayarit, no para beneficio de unos cuantos sino para disminuir esa profunda brecha entre la pobreza y la riqueza…
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