El municipio de Tepic que queremos en el futuro

Fueron los jóvenes indígenas, a instancias de Rodrigo González Barrios, los que organizaron una “mesa de diálogo” cuyo tema central fue ¿Qué ciudad queremos? El desarrollo del evento estuvo aderezado por la participación de un grupo de ponentes-invitados y por el micrófono abierto para que de los asistentes interviniera el que así quisiera hacerlo. En torno al tema central se habló de las deficiencias de los servicios públicos municipales, de la urgente necesidad de la modificación de la conducta de los funcionarios públicos, del respeto a la ley, de la planificación del gasto público, de la relación entre las autoridades estatales y municipales, de la ciudadanización de la vida citadina, de la necesaria democratización del ejercicio público, de la enajenación, etc.

A partir de ese riquísimo intercambio de opiniones, y en vista de la próxima jornada electoral para elegir ayuntamientos, diputados locales y gobernador, resulta no solamente útil, sino imprescindible, hablar sobre la sociedad que por lo menos de la sociedad que queremos o deseamos. Si reconocemos “la diversidad y la multiculturalidad social”, entonces no podemos reconocer la categoría opuesta que es la de “ciudadano” porque en primer lugar no todos los habitantes viven en “ciudades” y, luego, porque con ciudadano se niega precisamente la multiculturalidad. En este sentido habrá que hablar de “multinacionalidad” de donde se deriva la multiculturalidad. Y si el municipio de Tepic es multinacional entonces sus habitantes no pueden ser ciudadanos porque se borraría esa multinacionalidad. Reconocer la multinacionalidad nos conduce necesariamente al reconocimiento de los espacios geográficos y de los derechos positivos de esas naciones y, consecuentemente a una adecuación de la actual legislación, empezando por la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, por la Constitución política del Estado de Nayarit y por las leyes reglamentarias que de éstas se derivan. Además la categoría “ciudadano” debería de ser sustituida por la categoría de “nacional”. Y en lenguaje ordinario ya no se hablaría de “etnia” sino de nación. Y aunque el “español” fuese el lenguaje común de todas las nacionalidades, cada una de ellas tendría y se respetaría su propia lengua. El municipio de Tepic sería plurilingüista. Únicamente de esta forma se puede hablar de la integración de las multinacionalidades.

Cabe aclarar que estas discusiones y transformaciones se están llevando a cabo en Latinoamérica, sobre todo en Bolivia, en Ecuador, etc. Y en esencia constituyen una “Refundación” de esos Estados-multinacionales. Sin embargo las experiencias son escazas y bien vale la pena que por lo menos en Nayarit o en el municipio de Tepic, se planteen más mesas de diálogo sobre estas temáticas.

Antes de que ganara las elecciones presidenciales de USA Donald Trump, en el concierto global o mundial se plantearon varios Objetivos del Desarrollo Sostenible. Y allí se manifestó con suma claridad, la problemática que aqueja al planeta Tierra, así como ciertas medidas para revertir el grave deterioro de nuestro medio ambiente. Y precisamente en esos Objetivos aparece como una condición de vida el reconocimiento de la diversidad y de la multiculturalidad en todas sus manifestaciones. De allí que la discusión de la multinacionalidad sea relevante para la vida futura en este planeta, independientemente que Donald Trump piense lo contrario. En fin.