En Nayarit, la corrupción sigue su curso
Oscar González Bonilla
16 de noviembre de 2016
Jamás de los jamases el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, presentará denuncia penal contra el ex mandatario estatal Ney Manuel González Sánchez, a quien durante más de cinco años y un mes ha fustigado como responsable de la deuda pública de cuando menos siete mil millones de pesos heredada a su administración, al mismo tiempo deja entrever que ésta no está exenta de desviación de los dineros públicos.
Y no lo hará, muy a pesar del encono porque causa a la deuda pública tuvo muchas dificultades para gobernar, pues los once meses que le restan a Roberto Sandoval para dejar el poder tendrá que dedicarlos en la mayor parte del tiempo a dejar un gobierno en las mejores condiciones de gobernabilidad, pero además en las finanzas encontrar el equilibrio entre el debe y haber.
Roberto Sandoval no ha hecho sino lamentar las paupérrimas condiciones en que encontró el tesoro público, al grado de un día decir en público que no le dejaron siquiera las arcas, cuantimás dinero. Recibimos una economía devastada; con una deuda pública que comprometía las participaciones federales, los acreedores en una fila interminable y el gasto corriente inalcanzable,
Pero en el escaso por ciento del universo de la cuenta pública de la administración estatal anterior auditado por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS), institución dependiente del Congreso del Estado, no sólo aparece involucrado el mandatario estatal Ney González como principal responsable, sino una cauda de funcionarios que se enriquecieron a cuenta de los dineros del pueblo de Nayarit, mediante trafiques harto comprobados por parte del órgano fiscal, que incluso ordenó medidas resarcitorias. La corrupción se dio en todas las dependencias del gobierno priista pasado.
Tímidas y muy timoratas han resultado las acciones del gobernador Sandoval contra aquellos corruptos del pasado que la mayoría de los nayaritas desea castigo ejemplar sin que para ello le tiemble la mano. Solo uno de ellos a la cárcel fue a parar, pero pronto alcanzó la libertad porque seguro se trataba de ex funcionario con mínimo de responsabilidad, los peces gordos aún nadan para no ahogarse. Aparentó el gobierno de la gente combatir en serio la corrupción, pero al paso de los días las acciones son de risa loca, como esa de publicitar acciones, incluso salir a la calle para hacer propaganda, por parte del actual auditor general del OFS, Roy Rubio Salazar. Y todavía dentro de sus payasadas amenaza con denuncias ante la Fiscalía contra servidores públicos corruptos.
La corrupción vinculada al sector público no sólo produce alteración en la consecución de objetivos, sino que fomenta la ineficiencia y afecta la confianza del ciudadano respecto al gobierno. Por tanto, sin la confianza de la gente no se puede augurar un resultado contundente en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, el gobernador Roberto Sandoval se empecina en decir, cuando los hechos registran lo contrario, que el caso Ney y sus funcionarios corruptos no se han cerrado, se investiga con la mayor sutileza para castigar a quienes resulten responsables. No habrá perdón.
¿Usted le cree?, yo tampoco.
Comentarios