Se los cargó el payaso a sus congéneres

Buena polémica que se ha armado con la aparición de varios individuos disfrazados de payasos en varias partes del país, cosa que desde luego ha conllevado daños colaterales para las personas que así se han ganado su vida durante buen tiempo, debido a que al estar siendo satanizados hoy en día los payasos, quienes se disfrazan de tales para buscar el sustento de su familia, ahora se las están viendo negras por posibles persecuciones de la autoridad previendo que sean malandrines.

Pero ¿por qué haber tomado el disfraz de payaso para dar a entender a buena parte de la ciudadanía que se cuide de ellos? ¿Qué acaso llegará el día en que se llegue a decir e informar en los medios que una terrible banda de gente disfrazada de boleros (limpiabotas) andan por las ciudades cortando los tobillos de quienes demandan sus servicios? O tal vez grupos de limpia-parabrisas que cuando alguien sea detenido por un semáforo en luz roja, éstos se le acerquen y le rocíen un líquido a la cara que hará que les entreguen las llaves de su vehículo y llevárselos los también llamados franeleros dejando a los automovilistas tirados en el crucero mirando muy quietecitos al cielo; en fin, grupos delincuenciales podrían surgir en donde sea, tal y como se dice de personas que disfrazadas con uniformes y hasta portando gafetes de alguna dependencia gubernamental ya sea de Salud o del Siapa, etcétera, nada más con el afán de que la gente abra las puertas de sus domicilios y poder introducirse para ser robados.

Sin embargo, lo que sí se ve que ha sido muy perjudicial para mucha gente que la mayor parte de su vida ha trabajado disfrazada de payasos en las calles, es que debido a las últimas informaciones no nada más en el país sino en el extranjero de que personas disfrazadas de payasos han agredido a otras tanto en las calles como dentro de domicilios, les ha afectado y bastante, ya que ahora no pueden trabajar como cotidianamente lo hacían precisamente por estar en la mira de las autoridades por saber si son o no payasos de verdad.

Es y ha sido común que a los camiones del servicio urbano de transporte se suba gente vestida de payaso para decir chistes a bordo de los camiones y así poder sacar una dádiva de los pasajeros; incluso es cotidiano que varios jovencitos con la vestimenta de payasitos ofrezcan actuaciones en la Plaza Principal, frente a Catedral, logrando reunir espectadores que les dejan algunas monedas como una especie de agradecimiento por su actuación.

Y ahora no hay quien les tenga la confianza suficiente a quien aparente ser un payaso debido a las noticias de que podrían ser asaltantes o gente mala, y todo esto está dando al traste para esta gente; tal vez de haber seguido el programa de “el payasito de la tele”, posiblemente ya se estaría pensando en cancelarlo por aquello de no te entumas por parte de los concesionarios de las cadenas televisivas. Por lo que se deduce que no por nada cancelaron el programa de “Brozo, el payaso tenebroso” en una de las mayores televisoras del país, porque quizás ya se veía venir algo en contra de los payasos a nivel mundial.

Sin embargo, de acuerdo a varios analistas de este tema, aducen que todo esto de satanizar ahora a los payasos no es más que una distracción, una cortina de humo para que la población tenga en qué entretenerse y nada más; pues recordemos al famoso “chupa-cabras”, la “influenza H1N1” y demás enfermedades que si bien podrían estar latentes, se les ha magnificado tal y como si ya fueran una pandemia inatacable y que mermará a la población mundial, pues recordemos incluso que hasta han hecho resurgir el cólera, el sarampión, el paludismo llamándolo hoy en día pomposamente como “dengue, zika o chinkungunya”; además el sida que pareciera que ha perdido popularidad; pero el caso es tener a la población entretenida que el demonio ya está sobre nosotros y que no hay quién nos salve y que precisamente por lo mismo, ya nos cargó el payaso. Y vuelta otra vez a estos personajes que en realidad posiblemente a bromas que se extendieron a través de las redes sociales, algunos malandros aprovecharon para hacer de las suyas. ¿Y por qué han tenido éxito los payasos malévolos? Pues es muy probable por el grado de sumisión de gran parte de la ciudadanía que se cree a pie juntillas todo lo que se les dice a través de los medios informativos; gente enajenada a la que le han absorbido el seso mediáticamente. Personas engañadas a las que no les da por ver otras opciones, sin buscar alguna otra alternativa.