Arma letal en manos de Águeda
24 de octubre de 2016
Lo dicho: está cansado el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval. Con claridad lo estableció en la conferencia de prensa ofrecida el viernes 23, al mencionar estar cansado de tantos problemas, uno sobre otro. Aunque sostiene que aguanta las presiones, la expresión de su rostro es de enfado, hartazgo, enormes las ganas de tirar el arpa.
En la exposición pública dentro del espacio jardineado del antiguo convento de La Cruz, asiento hoy de las oficinas de la Secretaría de Turismo del gobierno de Nayarit, el mandatario de forma sincera y abierta dilucidó la connivencia entre su administración y el grupo de burócratas disidentes al SUTSEM de Águeda Galicia.
De manera descarnada, sin prejuicios, el gobernador Sandoval habló de la manipulación que ejerce su persona e investidura en los contras, durante tiempo representados por Adelaida Ibarra Rodríguez, al señalar que se reunió con ellos para persuadirlos desistieran de la demanda de amparo, situación jurídica que, según él, ha evitado la entrega de nota que reconocerá la legalidad de la elección del comité central del SUTSEM que lidera Águeda Galicia.
También dejó bien establecido sus contradicciones: ha dicho que las deudas tienen que asumirse como gobernantes de manera institucional. Un gobernador o un presidente municipal no deben lamentarse ni llorar porque heredó deuda pública de grandes proporciones, sino afrontar la situación con altura de miras. Ahora Roberto Sandoval afirma en cuanto a pensiones que la anterior administración estatal hizo convenios turbios, y que en ese renglón sólo liquidará lo que corresponde al actual gobierno. Sin mencionarlo por su nombre, aseguró que Ney González hizo atrocidades en materia laboral, cuyas consecuencias hoy se están pagando.
Convencidos fueron de la cercanía de tiempos difíciles en el renglón económico, la argumentación del ejecutivo estatal plena de sabiduría dejó a los adelaidos con la creencia firme de abandonar la larga lucha sostenida por implantar la democracia al interior de la vida sindical. Quizás no pugnarán más por nuevas elecciones para que la mayoría de trabajadores elijan su dirigencia en el SUTSEM. Se irán al ostracismo, con la cola entre las patas, pero aún con vida por el escaso oxigeno político que podría proporcionarles el gobernador Roberto Sandoval, aunque para él ya no representarán prioridad ocupado como estará de lograr una salida de terciopelo ante la cercanía del final.
A la vuelta de un año del plantón de los burócratas adictos a Águeda, el cansado gobernador de Nayarit hoy se angustia por lograr una salida al conflicto que él mismo propició. Lanzó un llamado a la unidad del SUTSEM que motive la entrega de nota por parte de las autoridades correspondientes. Como gobernador, en lo personal, dijo es entregar un voto de confianza para que lo antedicho se haga realidad. A Roberto Sandoval le alarma un escenario de crisis económica como se pronostica para el país en 2017, pero los mexicanos y, particularmente los nayaritas, hemos sabido salir adelante de peores condiciones en que nos han sumergido gobiernos priistas.
Hay quienes sostienen que al cansado gobernador le apura la solución por la cercanía de las elecciones locales, otros indican que el citado voto de confianza no es una graciosa concesión de Roberto Sandoval, sino que su actuar es obligado desde las altas esferas del gobierno federal. Pero lo cierto es que el mandatario estatal dio la cara, enfrenta la desventajosa situación, aunque por descrédito pudiera hacérsele bolas el engrudo, como un galimatías hizo de su discurso en la citada conferencia de prensa en su propósito de dar a entender su deseo de hallar solución negociada al berenjenal en que se metieron con el sindicato de burócratas.
La entrega de nota a la facción mayoritaria que en el SUTSEM conduce Águeda Galicia Jiménez en sus manos representa una letal arma jurídica. Estará entonces en condición legal para ejercer a plenitud movimientos de trabajadores por firma del contrato colectivo de trabajo, fondo de pensiones, incrementos salariales, prestaciones, recategorizaciones, etcétera, etcétera, etcétera. Sin duda, en el estertor de este gobierno sandovalista seguirá su aguerrida lucha por la reivindicación de los derechos laborales, aprendizaje de muchos años que adquirió de su líder y guía: don Emilio M. González.
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