La encuestitis
Miguel González Ibarra
10 de Agosto de 2016
Si nos guiamos por las encuestas ya nos llevó el carajo. En la batalla histórica por el poder, tenemos que creer en la fuerza de los principios.
Las encuestas en la política, son parte de la nefasta mercadería, apartada, por completo, de la elevación que representan las ideas, si, las ideas revolucionarias.
Una encuesta está soportada en la mentira, cuando todavía los partidos y sus abanderados no exponen la oferta que harán al electorado.
Las encuestas así, definitivamente, no le ayudan a la democracia. Hacen muy desigual la contienda. Deberían prohibirse.
Se acaba de publicar una encuesta de Nayarit. PRI y PAN están adelante, casi empatados, con ligera ventaja a favor del tricolor. Morena avanza. El PRD en la lona. Los demás, entre ellos el PT, inexistentes, según la medición.
Quienes hemos abrazado la causa de la izquierda nayarita, esta vez, bajo las siglas PT, creemos y somos apóstoles de los principios, amén de que, creemos en la estrategia, ya que, ésta, la estrategia, en cualquier batalla, es la que sale triunfando siempre. A esto último, habrá que apostarle.
Cuántas veces las encuestas se han equivocado.
La gubernatura de Nayarit, la ganará el mejor. Quién exponga los sentimientos del pueblo, apoyado en la historia, así como presentando el diagnóstico preciso y dibujando el porvenir inmediato y mediato de nuestra patria chica, que plantee la felicidad de hombres y mujeres nacidos y radicados en estas tierras.
El gobierno de Nayarit, que incluye además del Ejecutivo, el Legislativo y veinte cabildos, lo ganará la expresión capaz de tener una organización en cada milímetro del territorio nayarita y tenga el talento de convencer a todos los sectores, sean sindicales, campesinos, indígenas, religiosos, empresariales, civiles, comerciantes, choferes, universitarios, académicos, intelectuales, magisteriales, jóvenes, amas de casa, artesanos, artísticos, culturales, discapacitados, ecologistas, territoriales, de todo carácter, es decir, el poder político nayaritense, lo ganará este 2017, que ya está aquí, la expresión que conquiste y movilice a las grandes masas, para lo cual, se ocupa, que el candidato a gobernador sea un conductor de las grandes masas actuantes en el escenario nayarita.
Creemos en esto, en los principios, en la estrategia, en el pueblo, en la capacidad, lucha y movilización de las grandes masas nayaritas, que están hartas del actual modelo sostenido, por PRI y PAN y, desean un mejor ambiente, que garantice la tortilla y la sal en sus mesas.
De plano, no creemos en las encuestas. Las encuestas, hoy por hoy, están convertidas en una especie que se puede llamar el síndrome de la encuestitis, una de tantas malformaciones creadas por este régimen antidemocrático.
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