Plataforma por Nayarit
01 de mayo de 2016
LLAMADO POLÍTICO AL PUEBLO NAYARITA
Nayarit vive hoy una profunda crisis política, económica, social y cultural. Hace décadas, los gobernantes, dedicados a amasar fortunas personales y a seguir al pie de la letra las órdenes del gobierno federal, abandonaron la tarea de organizar la vida productiva y la actividad económica en general para generar mejores condiciones para el bienestar y el desarrollo social.
Poseedor de una inmensa riqueza natural y humana, Nayarit, fue víctima durante casi todo el siglo XX y lo que va del siglo XXI, de la voracidad de aventureros y gobernantes ladrones que a la luz del día saquearon esas riquezas, comportándose como auténticos piratas que, con toda desvergüenza, actuaron de manera organizada para saquear al estado y realizar jugosos negocios personales. Desde su nacimiento como estado libre y soberano en 1917, con la excepción del periodo gubernamental que presidió el doctor Julián Gascón Mercado (1963-1969) Nayarit ha estado en manos de un pequeño grupo de familias y mafias políticas que en la entidad y en cada municipio prácticamente se adueñaron del gobierno y se heredan los puestos públicos. Los nayaritas hemos padecido gobiernos plenos de vulgaridad, como el actual, ahogados en la corrupción, que se imponen con métodos represivos violentando la vida social y las normas elementales de la civilidad.
De acuerdo a cifras oficiales, Nayarit es un estado con una población mayoritariamente pobre, donde la población trabajadora recibe bajos salarios y los jóvenes carecen de oportunidades de empleo y expectativas de vida. Las políticas gubernamentales han conducido a la entidad por el camino del empobrecimiento y la entrega del patrimonio natural, sólo en el terreno de la minería, se han concesionado más de 700 mil hectáreas del territorio nayarita a empresas mineras principalmente extranjeras. En la llamada “Riviera Nayarit”, los gobernantes, en complicidad con el gobierno federal, han entregado las mejores playas a capitalistas extranjeros que lucran a placer, prohibiendo el paso a los nayaritas a las playas, que se convirtieron en espacios privados para el disfrute de turistas nacionales y extranjeros que pueden pagar los carísimos servicios turísticos que ofrecen cadenas hoteleras extranjeras. Este modelo turístico, ha generado depredación natural, empleos mal pagados y marginación social. El campo nayarita está abandonado, con el Procede, el gobierno federal generó la vuelta del latifundismo: varios ejidos han desaparecido y el panorama social es el de una juventud que debe escoger entre la migración a Estados Unidos o el desempleo. Miles de familias han sufrido la separación, aumentando con ello la descomposición social y el aumento alarmante del consumo de drogas. La población indígena continúa, como siempre, condenada a la discriminación y la marginación a pesar de la demagogia gubernamental que la ha convertido en tema publicitario, pero se niega a emprender los pasos señalados en los Acuerdos de San Andrés, motivados por la insurrección zapatista.
Desde Plataforma por Nayarit afirmamos que los principales responsables de la tragedia de Nayarit son los partidos y políticos que han mal gobernado estas tierras y llamamos al pueblo, en el marco de la lucha social y las elecciones local 2017 y federal de 2018, a construir una propuesta política, económica y cultural que promueva una transformación social basada en la asamblea popular y los métodos de la democracia directa, que convierta al gobierno en ejecutor de los acuerdos emanados desde abajo, para que los asuntos más importantes de la agenda pública sean producto de la discusión, el análisis y el mandato del pueblo.
Llamamos al pueblo de Nayarit a que a partir de 2017, Nayarit emprenda un camino diferente para que el siglo XXI, no sea una lamentable repetición del siglo XX.
Por la Coordinación General de Plataforma por Nayarit
Héctor Severiano Ocegueda Hernández
Ignacio Gómez Vizcarra
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