El Ejército evoluciona con la sociedad: Andrade Cisneros

Siendo su responsabilidad constitucional la salvaguarda de la nación, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), enfrenta una coyuntura muy especial: fortalecer y adaptar su papel en un sistema vigente caracterizado por  cada vez mayor inestabilidad y consecuentes cambios abruptos, que en gran medida, se han significado por correr los propios fundamentos de la sociedad.

La defensa del pueblo mexicano desde la trinchera de las fuerzas armadas, siempre ha constituido misión de gran calado, pues la consecuente operatividad que esto entraña, no deja de comportar efectos colaterales y pasto a un tiempo, del juicio disímbolo erigido al fragor de la pluralidad de fuerzas y expresiones contemporáneas -con sus propios objetivos e intereses- que se desarrollan en el país.

Por tanto, para el Comandante de la 13ª Zona Militar, con sede en la Capital, Miguel Andrade Cisneros, la tarea no es nada fácil, pero sí de gran deber y compromiso irreductible, según indicó, en el fomento de condiciones que permitan seguir avanzando -pese a cualquiera de las circunstancias- con la suficiente estabilidad, en pro de la construcción de progreso y bienestar colectivos.

En reunión con la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), que coordina el periodista Fernando Gutiérrez Meza, el General de Brigada se mostró satisfecho con el trabajo efectuado, que para el caso de la Entidad, a más de un año de haber asumido el mando, reveló “el éxito concreto en la detección y destrucción de importantes cantidades de enervantes en distintos lugares de la serranía”, ello acorde a los lineamientos en turno para la participación de las fuerzas castrenses en el combate del tráfico de drogas.

No obstante, Andrade Cisneros hizo hincapié en un nuevo objetivo: apertura y renovación de canales comunicacionales con la sociedad, en consonancia con los tiempos presentes, y más aún los que vendrán. Porque es un hecho que, al menos por lo preconizado por el General, que más allá del buen concepto que se posee de las fuerzas armadas por su participación en situaciones de emergencia ante contingencias naturales o de preservación del orden en determinados escenarios de riesgo político, o social, la milicia ha resuelto revitalizar su imagen, una que proyecte confianza y fuerza al mismo tiempo, al igual que un interés genuino por estrechar lazos recíprocos con la ciudadanía. Todo en aras de enfrentar los desafíos venideros que exigirán de estratégicos programas de comunicación singular –por ahora, vale decirlo,  apolítica e imprácticamente minimizados desde otras esferas de la práctica gubernamental-: acción y resultados inmediatos que apelarán a los sentidos y persuadirán a la suma; y en esta meta destaca sin duda el plan expreso que involucra el invaluable auxilio de los medios de comunicación. De ahí que haya sido el del Comandante con la UCAN, un encuentro significativo -que rompe la tendencia apolítica impuesta desde la escasez de oficio imperante-, luego de no haberse presentado en varias décadas la oportunidad de interacción respetuosa, cordial y de camaradería en directo e “in situ” entre la representación del poder militar y profesionales del ejercicio periodístico.

Así es como se entiende que la milicia, en la definición del Comandante, “esté en capacidad de evolucionar con la sociedad”, sin importar las transformaciones que estén presentándose en el actual escenario, como la de la reciente aprobación polémica de parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tocante a lo que ciertas voces respetadas sitúan en el inicio de la despenalización para el consumo abierto de un enervante, hasta ahora fuertemente combatido con todo el peso de la ley: marihuana. Y distractor o no, según advierten, la acción podría traer consecuencias imprevisibles. Sin embargo, Andrade Cisneros sostiene que “el Ejército siempre ha estado preparado para los grandes cambios habidos, como el el de 1946, Justo cuando inicia la etapa de poder civil con la asunción de Miguel Alemán Valdés a la Presidencia de la República, y lo seguirá estando. La clave: trabajo, continuidad y adaptabilidad, siendo que el objetivo continuará: la protección de la nación”.

Los tiempos están cambiando rápidamente, y qué bueno pues que exista la voluntad de por medio en pro de un blindaje general ante los impactos que el proceso conlleva. ¿Se superará el reto sin mayores novedades? Así se espera.