De lo internacional a lo global

Aunque sólo sea para dimensionar el título de “ciudadano global” que recientemente le acaban de otorgar al presidente mexicano Enrique Peña Nieto, vale la pena abordar este tema. El primer cuestionamiento es sobre la diferencia entre lo internacional y lo global y el  segundo es sobre el cómo se pasó de lo mundial a lo global. Ambas cuestiones no están exentas del debate y de la divergencia de opiniones. Y es que en sí mismas encierran intereses político-económicos más que ideológicos y determinan cierto tipo de comportamientos en la lucha social.

Hablar de la internacionalización o mundialización del capital en esencia es hablar de un proceso a través del cual se borran las nacionalidades del capital; es ver a los capitales de diferentes nacionalidades concurrir en un solo capital; es concebir al capital como expresión mundial, como sujeto mundial. Sin embargo, todavía no se libera de las ataduras de la nacionalidad impuestas por el estado-nación en cuestión; todavía hacia otras naciones se presenta con una máscara nacional; sus vínculos con otros mercados no-nacionales son externos; su circulación entre las naciones es externa, es como la simple extensión de sus actividades a través de las fronteras nacionales. En la economía mundial o internacional cada país desarrolla una economía nacional; las diferentes economías nacionales se vinculan mediante el mercado, bien sean de productos, de servicios o de capitales; los estados-nación median estas actividades y cada país desarrolla circuitos nacionales de acumulación los cuales se vinculan externamente a otros circuitos nacionales mediante el intercambio.

Por su parte hablar de la globalización del capital es hablar de la liberación de la circulación del capital a través de la geografía mundial; es quitarle al capital la camisa de fuerza de la nacionalidad; es liberar al capital de las nacionalidades para que pueda circular por donde mejor le acomode para su valorización; es integrar en un solo, único proceso mundial, los diversos procesos productivos diseminados por todo el mundo; es tener internamente la circulación de mercancías diseminadas en su producción por el planeta; es derribar las fronteras limitativas a la circulación mercantil y del capital; La economía global es la reorganización de la producción dispersa en distintas regiones del planeta en un solo proceso productivo y, por lo tanto, la transformación de las exportaciones en circulaciones internas de los productos parciales para el ensamble de un producto final; es la fragmentación e integración de los sistemas de producción anteriormente nacionales. Un signo definitorio de la globalización es la transnacionalización del capital y la emergencia de Instituciones supranacionales, los cuales vienen a satisfacer las necesidades objetivas del capital en esta etapa de su desarrollo.

En México ya se dieron los pasos decisivos para su incorporación en el concierto global  del capital. El Estado de la Revolución Mexicana se ha transnacionalizado y convertido en el Estado Transnacional Mexicano. Al presidente Peña Nieto le toco hacer las últimas adecuaciones y por ello lo distinguieron con el título de “Ciudadano Global”. En fin.