El sospechosismo en telecomunicaciones

Después de varias semanas de discusión de las leyes reglamentarias de la Reforma en Telecomunicaciones por las comisiones unidas de comunicaciones y transportes, radio difusión y legislativa de la cámara de senadores, por fin fue aprobada el pasado domingo dicha ley por el PRI, PAN, PVEM, PANAL en tanto que la bancada perredista voto en contra  por disposición de un resolutivo aprobado por Consejo Político Nacional de ese partido celebrado el pasado fin de semana.

Es posible que el día de ayer se haya aprobado durante una asamblea extraordinaria de la Cámara de Diputados la minuta enviada por el Senado de la República. Estas normas regularán el mercado de las telecomunicaciones y de la radio difusión  en nuestro país una vez que sea promulgada por el Presidente de la República Enrique Peña Nieto.

Entre las ventajas que tendremos los usuarios una vez que se aplique esa ley  destacan las siguientes:

•Eliminación del cobro de larga distancia en telefonía fija y móvil a partir de enero de 2015;

• También se obligará a las empresas a otorgar la portabilidad numérica en un plazo máximo de 24 horas Cuando el usuario quiere usar su mismo número pero con otra compañía podrá hacerlo;

•Se obligará a las empresas a no cobrar la consulta de saldos;

•Rescindir el contrato dentro de los 60 días naturales sin penalización alguna cuando el proveedor modifique las condiciones originalmente contratadas, entre otras.Con esas condiciones reglamentarias se fomentara la competencia, se mejorarla la telefonía fija y móvil a mejores precios, lo que beneficiara los millones de usuarios a sus bolsillos.

El “sospechosismo” no ha estado ausente en los largos debates sobre el sistema normativo en las telecomunicaciones. Los perredista acusan que la alianza PRI-PAN se deben en gran parte a los compromisos políticos que tienen con el  monopolio  Televisa; mientras que los priistas señalan que los perredistas desde hace años mantienen compromisos financieros con el multimillonario Carlos Slim, a su vez propietario de Telmex y Telcel que acaparan el mercado de la telefonía móvil y de casa.

En efecto, esta sospecha de ese amasiato entre el PRD y Carlos Slim viene desde que Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal  concesionó al grupo Carso la remodelación del centro histórico de esa Capital de la República; luego en el gobierno de Marcelo Ebrard le fue entregado a ese consorcio empresarial la construcción de la línea doce del metro capitalino misma que hoy está  suspendida por habérseles encontrado numerosas fallas técnicas en la via de los trenes que ponen en riesgo la seguridad de los usuarios.

A lo anterior  agreguemos el escándalo público en que se vio inmersa la diputada federal perredista Purificación Carpinteyro luego de ser balconeada en todos los medios de comunicación mediante  una llamada telefónica privada en la cual dirigiéndose a un rico empresario de la comunicación, en tono festivo le dijo que ya se habían sacado la lotería  y enseguida proponerle su intermediación con el magnate Carlos Slim con el objetivo de hacer un millonario negocio. Esta llamada telefónica le costó a la diputada Carpinteyro su separación como secretaria de la comisión de Comunicaciones y Transporte de la cámara de diputados por conflicto de intereses.

Con todos estos antecedentes, el hecho que las dos bancadas del PRD en el Congreso de la Unión hayan votado en contra del dictamen reformista en telecomunicaciones da pie a los priistas y panista el afirmar que el partido del Sol Azteca mantiene una estrecha relación de intereses con el propietario de la telefonía nacional.

No cabe duda que cada quien trabaja para su santo sin importarles el interés nacional. Desde hace varios años tanto los dueños de Televisa como Telmex y Telcel mantienen una disputa virulenta por el control de los servicios de comunicación.

Ahora corresponderá al gobierno de Peña Nieto aplicar las nuevas leyes que promuevan la libre competencia, mejor calidad en los servicios y mejores precios. Sería lamentable que el Mandatario Federal quedara atrapado en esta lucha de  intereses de esas dos corporaciones trasnacionales mexicanas.