Creación del municipio de Bahía de Banderas
Eduardo Gómez Encarnación
31 de Mayo de 2024
-Primera de dos partes-
SERIE: MONOGRAFÍAS MUNICIPALES DE LA CRÓNICA DE NAYARIT A.C.
Bahía de Banderas: El Municipio N° 20 de Nayarit.
Por el Profr. Eduardo Gómez Encarnación.
Cronista Oficial de Bahía de Banderas, Nay.
En 1917, con la creación del Estado Libre y Soberano de Nayarit, le fueron reconocidos dieciséis municipios quedando la región que hoy ocupa el Municipio de Bahía de Banderas adscrita al Ayuntamiento de Compostela. Desde sus inicios la lejanía y el aislamiento de la cabecera municipal fue un obstáculo para el crecimiento y desarrollo de la comarca. Esta situación que entorpecía la administración a otros municipios alejados o muy extensos, llevó a los gobiernos estatales a la búsqueda de soluciones.
En 1938 el Gobernador del Estado, General Juventino Espinoza Sánchez, propuso la creación de nuevas entidades municipales. En 1939 decretó la creación del Municipio de El Nayar y, en 1940, el Municipio de Ruiz. En febrero de 1940, Juventino Espinoza envió un memorial al Congreso del Estado proponiendo la creación de un municipio más, en la región de San Juan de Abajo. Para acercar la Costa Sur con la cabecera municipal, en 1941 construyó el camino Compostela-Chacala, pasando por Las Varas.
En enero de 1943, siendo Gobernador de Nayarit Candelario Miramontes, realizó una gira por el tramo de localización de la primera brecha carretera que uniría Compostela con Puerto Vallarta. La carretera conectaba a Ixtapa de la Concepción, Zacualpan, Las Varas, Alta Vista, La Peñita, Sayulita, Bucerías, Valle de Banderas y San Juan de Abajo, en Nayarit, con Puerto Vallarta en Jalisco.
Un año después, el 20 de febrero de 1944, Miramontes regresó para inaugurar esta brecha. En el pueblo de Valle de Banderas, ejidatarios y ganaderos organizados se manifestaron a favor de crear un nuevo municipio en la región, pero no fue el Gobernador quien diera respuesta a sus aspiraciones. Se dice que el Senador Gilberto Flores Muñoz, quien acompañaba a la comitiva, enfrentó la petición de los vallejanos con un “no” rotundo, al rematar con la frase: “Mientras yo sea Gilberto Flores Muñoz, Compostela no se va a partir en dos”.
En 1940, el territorio que ocupa el hoy municipio de Bahía de Banderas registraba 5,966 habitantes repartidos en los siguientes pueblos: Valle de Banderas, 1,361; Aguamilpa, 81; Bucerías, 65; El Coatante, 52; La Cruz de Huanacaxtle, 9; el Colomo, 407; El Porvenir, 228; La Jarretadera, 182; Lo de Marcos, 59; San Juan de Abajo, 1,209; San José del Valle, 508; San Vicente, 195; Sayulita, 341.
Apenas se había concretado el reparto ejidal y la economía de la región descansaba en una agricultura de subsistencia basada en la siembra de maíz y frijol. El cultivo más redituable era el tabaco, habilitado y comprado por algunos hacendados y casas comerciales de Puerto Vallarta.
En 1963, ante el candidato a Gobernador, Dr. Julián Gascón Mercado, ejidatarios, ganaderos y comerciantes de Valle de Banderas, San Juan de Abajo y San José del Valle, se manifestaron de nuevo por la creación de un municipio independiente de Compostela. La petición no prosperó, el Dr. Gascón Mercado, intelectual mesurado y carismático, quien a pesar de conocer y promover el potencial económico de la costa, decidió que tal vez las condiciones de la región no estaban dadas para autogobernarse.
Durante el sexenio del Dr. Julián Gascón Mercado se llevó a cabo la construcción de la Carretera Federal 200 y el primer puente sobre el río Ameca, obras que beneficiaron notoriamente la comarca. El tabaco siguió siendo un cultivo de importancia y el crédito rural diversifico y aumentó la producción de granos y hortalizas que buscaron los mercados por la carretera Compostela-Puerto Vallarta. El despegue de la ganadería era notorio.
Un censo agropecuario de Valle de Banderas de 1962 arrojó el total de 16,229 cabezas de ganado mayor, número que pudiera duplicarse si se suman San Juan de Abajo y San José del Valle.
Cabe mencionar que ya desde 1968, fungiendo como Gobernador de Nayarit Gascón Mercado, se comenzó a hablar de expropiación de tierras ejidales en la llamada Costa Alegre con el objeto de promover e incrementar el turismo.
Entre 1986 y 1987, durante la campaña del Lic. Celso Humberto Delgado Ramírez al gobierno de Nayarit, se avivó el deseo de separación de Compostela, y la demanda de crear un municipio en nuestra región logró aglutinar la voluntad de los pobladores de toda la comarca. Para entonces las condiciones socioeconómicas habían cambiado y la región ya no era la misma:
El Fideicomiso Bahía de Banderas y la Unión Ejidal habían urbanizado los pueblos de la zona costera; Puerto Vallarta experimentaba una gran afluencia de visitantes nacionales y extranjeros que se movilizaban por toda la región; el distrito de riego Valle de Banderas había aumentado considerablemente la producción de granos, frutas y hortalizas y la Carretera Federal 200 conectaba a Bahía de Banderas con los mercados nacionales y extranjeros. En síntesis, el despegue de la agricultura y el florecimiento de la actividad turística provocaron el crecimiento de los pueblos y un impulso económico sin precedentes.
Hacía 1980, la Costa Sur de Compostela alcanzaba una población arriba de 30 mil habitantes distribuidos en los siguientes pueblos y rancherías: Valle de Banderas, 4376; Bucerías, 4019; San Juan de Abajo, 7339; San José del Valle, 4438; San Vicente, 2873; La Jarretaderas, 3110; El Porvenir, 1248; Cruz de Huanacaxtle, 1293; El Colomo, 1338; Lo de Marcos, 1250; Sayulita, 994; San Francisco, 750; Mezcales, 1402; Aguamilpa, 755; Higuera Blanca, 609.
Esta dinámica de crecimiento, convirtió al añoso deseo de separación en la necesidad de un manejo territorial más cercano y eficiente; una administración ágil, que regulara las actividades y la convivencia de una población en aumento, y facilitara la actividad turística que se había convertido en el motor del crecimiento regional.
Por otra parte, la solicitud de sus habitantes encajaba perfectamente en la Reforma Municipal iniciada por Miguel de la Madrid, cuya finalidad fundamental fue: propiciar la planeación regional y la descentralización; impulsar el arraigo territorial; y evitar que voluntades ajenas dirigieran los destinos de los municipios. (Continuará)
Comentarios