Desea ser siempre recordado por su obra escultórica
Oscar González Bonilla
30 de Noviembre de 2023
El trabajo escultórico de Fernando Campos Dorado tiene la singularidad de mantenerse sin interrupción. Cada figura que le corresponde realizar, desde el arranque no suspende su actividad hasta en tanto llegar a su terminación. Para ello utiliza pequeño cuarto de su domicilio particular que lo ha convertido en taller, suministrado con toda la herramienta indispensable para el quehacer artístico.
Fernando Campos Dorado concedió la entrevista en su casa de la colonia Electricistas, en Tepic. A sus 80 años de edad, su cuerpo acusa cansancio por el ritmo de trabajo en la escultura, pero además su hablar es pausado y, como toda persona con la vejez encima, a la memoria escapan nombres propios y otros datos.
En fecha reciente acudió al llamado de Manuel Salcedo Osuna, presidente del Ayuntamiento de Acaponeta. En la cabecera municipal, el monumento escultórico para honrar la memoria de Miguel Hidalgo y Costilla tuvo severos daños ocasionados por ciclónicos vientos. Aparte que la escultura tiene como 50 años de existencia. Le hicieron reparación total y el alcalde quedó satisfecho, según versión de Campos Dorado.
Ha entregado proyecto al Ayuntamiento de Tepic con el objetivo de reparar las alas al ángel de la independencia, monumento que en la ciudad capital se ubica desde hace años en la confluencia de la avenida Insurgentes e Independencia. La figura, que en su totalidad es de bronce, pesa alrededor de tres toneladas, pero da la casualidad que han pasado como 20 años sin darle mantenimiento.
“Las alas, manifiesta Campos Dorado, autor de la escultura, no son livianas; cada una pesa más de 300 kilos, siempre están expuestas a movimientos por diferentes razones”. Sin embargo, el Ayuntamiento de Tepic que preside Geraldine Ponce nada ha respondido al proyecto de reparación entregado. “Parece que no le interesa”.
Hace poco realizó trabajos en Sinaloa y Durango. Pero su enorme deseo es tener presencia, con trabajo escultórico, en Puerto Vallarta, Jalisco, y San Blas, Nayarit. “Me urge tener escultura en Vallarta”.
- ¿Con qué características? Los dos son sitios cercanos al mar.
“Siempre me han encargado esculturas de ilustres en relatos de nuestro país, personajes históricos. A estos trabajos siempre plasmo mi estilo muy propio. Reflejo en bronce el valor de los héroes”.
Explica que todas las figuras son elaboradas con yeso. Una vez terminadas con esmero trabajo, saca el molde para proceder a la fundición. Esta puede ser con base en bronce, aluminio o fibra de vidrio. “Manejo mucho la fibra de vidrio porque es un material muy resistente”.
Ninguna de sus obras considera más importante que la otra. “Hasta la figura de una mano es importante”. Realiza la escultura y trata que la siguiente sea mejor que la anterior, “las hago y me gusta como quedan, doy gracias a Dios que técnicamente logro la escultura, y a obtener en bronce el parecido al personaje he dedicado trabajo y esfuerzo”. Tiene obra en plazas públicas, avenidas, ejidos y rancherías, entre otros muchos espacios de todo Nayarit.
La obra de mayor volumen hasta la fecha realizada, Campos Dorado asegura es el Cristo redivivo del cerro de La Cruz, al norte de la capital nayarita. Es de doce metros de altura, mientras que la cruz tiene veintiún metros. Le sigue el Ángel de la Independencia de la avenida Insurgentes al oriente de Tepic, enseguida la figura de cinco metros de altura del marakame huichol de la colonia Zitacua, también en Tepic, mientras que otra de sus obras monumentales referente al Rey Nayar, se encuentra en la comunidad indígena Mesa del Nayar, municipio Del Nayar.
Con regocijo dice tener obra en Querétaro, Baja California Sur, San Luis Potosí, Sinaloa, Durango, Estados Unidos, España y muchas partes más, por tanto, considera que su trabajo tiene exposición diaria por todo el mundo, es admirado por cuanta persona pasa cerca de su obra.
Confiesa que tiene proyectado dedicar su esfuerzo solamente a obras chicas, debido a lo avanzado de su edad. “Ya me canso mucho”.
Fernando Campos Dorado admite que, en cuestión de escultura, en nuestra entidad no tiene competencia. Solo él se dedica a moldear, a crear figuras, por lo general, de personajes históricos. “Yo me dediqué de lleno a esta actividad, de eso vivo. Lo hago lo mejor que se puede. Mis esculturas tienen calidad universal”.
Acepta que el quehacer de la escultura no es para acumular riqueza. “Deja algo de ganancia como para vivir tranquilo, a gusto. A mi no me interesa tanto el dinero, la obra es lo importante”.
A pregunta expresa, Fernando Campos Dorado desliza una ilusión, su propósito fundamental: “Quisiera hacer obra que me inmortalice. La idea principal de todo escultor es hacer una obra que quede para la eternidad. Que se conserve para siempre en la memoria de la gente”.
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