Edictoreal

El día primero de enero de 1973, Alejandro Gascón Mercado ascendió al poder como presidente del Ayuntamiento de Tepic. Acontecimiento histórico. Al sitial por vez primera llegaba un destacado nayarita con prolongada militancia en la izquierda de nuestro país. Lo hizo abanderado por el Partido Popular Socialista (PPS).

El pueblo tepiqueño cifra sus esperanzas en el hijo predilecto de Aután, toda vez que sin condición alguna la mayoría entregó su voto en las urnas a favor de Alejandro, a quien precedía la fama de incorrupto y de socialista luchador por las mejores causas de los desposeídos.

Gascón integró el gabinete de su gobierno municipal con personas de muy elevada calidad moral y política, pero además con capacidad intelectual probada en las diferentes ramas del ejercicio profesional. Al frente de ese equipo Alejandro se lanzó al propósito de mejorar las condiciones de vida de los tepiqueños y, sin más, a cumplir como alcalde ordenamientos que establece la Constitución.

Puso todo su empeño y capacidades, muy a pesar del escaso presupuesto municipal, pero sin embargo enfrentó al gobierno estatal priista de Roberto Gómez Reyes, quien se encargó de obstaculizar el buen desarrollo del municipio socialista. Ataviado del viejo dogma de la hegemonía priista, Gómez Reyes jamás tendió la mano en ninguno de los sentidos al gobierno opositor, más bien maquiavélico supo poner piedras en el camino.

En esa época la ciudad de Tepic sufrió deterioro material muy grande. La mayoría de las calles del centro histórico, ya no digamos de las colonias, presentaban enormes y continuos baches, a grado tal que un artista de fama nacional que en ese tiempo nos visitó, nombró a Tepic ciudad de primera. Sí, porque el vehículo no podía transitar en otra velocidad que no fuera la primera.

Con base a esa instantánea del pasado, pudiera ser que el doctor Leopoldo Domínguez González, actual candidato del PAN para presidente municipal de Tepic, se topará con una situación similar en caso que el voto mayoritario le favoreciera. La tozudez del gobernador Roberto Sandoval es de largo alcance, según versión de quienes lo conocen de cerquita, y más su actitud es fija cuando empeñado está en llevar a dicho cargo a su delfín Roy Argel Gómez Olguín, priista de ocasión.

A veces pensar que votar por Roy es mejor, habida cuenta que él recibirá desenfrenado apoyo del gobernador Sandoval, no sólo para mejorar las condiciones de bienestar social de todos los habitantes del municipio de Tepic, en la actualidad desastrosas, sino políticamente proyectarlo hacia la gubernatura de Nayarit. Dentro del PRI estatal es esta la clase política dominante.

Publicado el 12 de junio de 2014.