Dependencia alimentaria y pobreza con el TLCAN

Desde hace 30 años los mexicanos vienen sufriendo los estragos de las políticas públicas neoliberales. Los partidos políticos que han llegado a la presidencia de la República se han diferenciado únicamente en el grado de corrupción y violencia convertidas en políticas públicas del extinto Estado de la Revolución Mexicana y hoy Estado Neoliberal Mexicano. Por más que se quiera poner a la globalización como causa de la pobreza alimentaria de los nacionales y con eso tender un velo para ocultar el fenómeno real, queda de manifiesto a cada momento la corrupción de los políticos que por 13 monedas han vendido hasta “su madre tierra”. Seguramente esos comportamientos han sido la base para los acuerdos en lo obscurito de la CNTE-Gobierno y Partidos Políticos así como los acuerdos en lo oscurito de los funcionarios de gobierno con las empresas trasnacionales para la venta de PEMEX. Y con esas prácticas seguramente negociaron la entrega de México a EE.UU con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte mejor conocido por sus siglas TLCAN.

Desde antes de la firma de dicho tratado las voces nacionalistas previeron la dominación económica y política del país. Sin embargo las componendas con los políticos mexicanos fueron tan fuertes que a pesar de esa disidencia se firmó el documento por el Estado Neoliberal Mexicano. Al tiempo se ha comprobado la certidumbre de aquellas previsiones. Se han perdido las soberanías económica, política, cultural, militar, alimentaria, bancaria, financiera, fiscal, etc. Los que saben de estos asuntos dicen que con los tratados de doble tributación las corporaciones pagan impuestos en los países donde está la matriz y los acreditan en México. Y pusieron el caso de la General Motors que tuvo una pérdida de 200 millones de dólares en Japón por la venta de acciones de la empresa Suzuki y en México acreditó dicha pérdida para efecto de reducir sus obligaciones fiscales. No obstante que la Secretaría de Hacienda rechazó esa declaración, la Suprema Corte de Justicia de la Nación otorga el beneficio a la GM de acreditar sus pérdidas financieras en Japón como pérdidas ocurridas en México.  

Indudablemente que el TLCAN fue emblemático para el desarrollo del neoliberalismo en el país y para abrir la compuerta de par en par al capital mundial. La corrupción de los políticos nacionales y su transformación en cemento del sistema político mexicano imposibilitó el diseño de políticas públicas que dentro del concierto del capitalismo mundial hubieran permitido el acceso de los pequeños y medianos empresarios mexicanos a un desarrollo capitalista competitivo en el mercado mundial. No existe argumentación alguna válida en contra de tal proposición porque China con la misma edad de 30 años ha llegado a disputarle a EE.UU el liderazgo económico mundial. Y mientras los antiguos países imperiales reducían su crecimiento a menos del 2% anual, el Dragón Rojo crecía al 7.6%. La diferencia entre nuestro país y la República Popular China es muy grande respecto de la política social. Allá se busca llevar a su población a una situación de clase modestamente acomodada para el 2020 mientras aquí seguramente nos llevarán al panteón de muerte por inanición. Allá se suprimen y bajan impuestos para elevar la capacidad adquisitiva de la población en tanto que aquí se cargan con más impuestos al consumo popular. Allá se trata de subir los ingresos en tanto que aquí se busca bajarlos para evitar la supuesta inflación, y para ello se congelan los salarios nominales y se aumenta la inflación por encima del incremento porcentual salarial. En fin, hay muchas diferencias. En lo que quieren estar igual es en abrir la industria petrolera a la inversión extranjera.