La corrupción del prianismo a flor de tierra

Desde hace más de cinco años la Auditoría Superior de la Federación, ASF por sus siglas, viene denunciando irregularidades por no decir corruptelas en la empresa PEMEX. Este ejercicio público indebido no es novedoso para las actuales autoridades del país. Se trata de montar un mecanismo desmantelador de la Industria Petrolera Nacionalizada por el “Tata” Lázaro. Desde el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado se hicieron primero los diseños para conseguir tal objetivo y posteriormente se ejecutaron los proyectos. Y aunque no se tuvo el avance apetecido, en los gobiernos subsecuentes de los priistas y panistas se fueron ajustando las estructuras y acciones que permitía entre otros sectores, a los empresarios nacionales asociarse a los capitales extranjeros y hacer grandes negocios con cargo a Petróleos Mexicanos. En el gobierno inmediato al de Don Miguel se constituyó una asociación de capital entre PEMEX y la Shell Oil Company en la cual cada empresa aportó el 50% para la construcción de la refinería Deer Par
k en Houston Texas. Dicen los enterados que hasta el momento la Industria Petrolera Nacionalizada no ha obtenido los adecuados beneficios aunque se presume que uno que otro político y empresario mexicanos han salidos beneficiados.

En el año 2007 la Auditoría Superior de la Federación abrió la caja de pandora al denunciar la existencia de empresas extralegales filiales de PEMEX. Y en la revisión de la Cuenta Pública del 2011 la misma ASF precisa que operan en el extranjero 39 filiales de Petróleos Mexicanos que son inauditables por el Congreso de la Unión dado que estas empresas no están sujetas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni a la Ley de Petróleos Mexicanos, ni a la legislación que regula a las empresas de participación estatal mayoritaria, ni a ninguna ley nacional. Según se informó en ese entonces que los activos de las filiales de Pemex en diversos países del mundo suman 92 mil 144 millones de pesos. Y de conformidad con la muestra de la propia Auditoría Superior de la Federación en el 2011 dichas empresas obtuvieron ingresos por 433 mil 419 millones de pesos, cerca de los 434 mil millones de pesos que no reportaron al erario. En el año de 2010 el gobierno panista de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa creó una tesorería paralela de Petróleos Mexicanos en la cual se depositan las ganancias de estas empresas filiales. Esto permite un manejo discrecional de tales recursos y sobre todo un manejo al margen del Congreso de la Unión.

Con estos datos y por simple suma sabemos que de las 39 filiales de PEMEX podemos disponer mínimamente de 500 mil millones de pesos, cifra superior a la requerida para justificar la apertura de la empresa a la inversión privada extranjera, más que nacional. Por lo tanto no es la carencia de recursos la justificante. Sin lugar a equivocarnos el desmantelamiento del Estado de la Revolución Mexicana por el neoliberalismo es un compromiso que se creó en las postrimerías del lopezportillismo y en el gobierno de Miguel de la Madrid. Y desde ese entonces ya está el compromiso del desmantelamiento de Petróleos Mexicanos. Sin embargo no ha sido del todo necesaria su demolición para en la práctica operar con la desnacionalización de la Industria Petrolera. La muestra la tenemos con esas 39 filiales de PEMEX que operar al margen, incluso, de las autoridades competentes. Ojalá no operen al margen del Director de PEMEX. Por lo pronto los directivos de la empresa dizque nacional y el sindicato de la misma tienen que transparentar sus acciones ante la nación. El mal sabor de boca de la corrupción inunda la incredulidad de los mexicanos.