Las mujeres no necesitamos oportunidades, solo que se cumpla la ley
Oscar González Bonilla
28 de Mayo de 2022
De Norma Liliana Galván Meza su congénere Lourdes Consuelo Pacheco Ladrón de Guevara juzga que sus mayores atributos son: “primero, es una mujer inteligente, capaz, conciliadora, pero además de eso ella conoce la Universidad Autónoma de Nayarit, ella ha tenido diversos cargos, ha sido profesora, fue secretaria de docencia, ella conoce la exacta situación de la universidad.
“Es también una mujer cauta, capaz de dialogar con los distintos sectores sociales, y eso no es una cualidad menor, es un atributo que seguramente le permitirá construir el poder necesario en la universidad para sacar a esta del lugar donde se encuentra.
“Es urgente generar nuevos programas, porque la universidad necesita una gran transformación, requerimos una nueva filosofía, saber que la universidad es parte de Nayarit y posesionarla en otro escenario público, porque actualmente la universidad ha estado muy golpeada, muy vituperada”.
La conoce bien, porque Norma de la doctora Lourdes fue alumna en dos ocasiones, en licenciatura y en doctorado.
Requerida para que hable sobre qué expectativas a futuro vislumbra con una mujer como rectora de la UAN, Lourdes Pacheco se explaya:
“Espero que primero se dignifique el derecho que tenemos las mujeres de estar en el poder. Generalmente se ha buscado a mujeres inteligentes, en especial destacadas, y eso nos habla que a las mujeres nos ponen una vara muy alta. Con referencia a los hombres, cualquiera puede llegar al poder, no importa no sea destacado e inteligente”.
La investigadora universitaria confiesa su seguridad que del resultado en los años de gestión de Norma Galván Meza dependerá que otra mujer llegue a la rectoría de la Universidad Autónoma de Nayarit.
“En nuestra casa de estudios tuvieron que pasar cincuenta años para que una mujer fuera rectora. Lo más lógico, lo más equitativo, sería que los próximos cincuenta años gobernaran las mujeres. Hoy las mujeres somos mayoría en la universidad, pero además estamos capacitadas y tendemos a mujeres apoyando mujeres, es decir, que una mujer apoye a otras mujeres o bien que se compita en igualdad de condiciones”.
Califica Lourdes Pacheco como opinión de violencia política contra ella (rectora electa) la manifestación de varias personas en el sentido que Norma Galván triunfó en la elección para rectora por ser esposa de un exdirigente de la FEUAN (Daniel Maldonado) con influencia este en el Consejo General Universitario.
“Con esa versión se ataca además a las mujeres en general. Porque las mujeres no somos robots de los hombres, ni mucho menos. El hecho de que su esposo fue dirigente de la FEUAN, eso no la define, eso no quiere decir que ella sea, digamos, representante de él. Hacer ese comentario es dudar de la capacidad de la persona, ella al contrario es una mujer talentosa. Como funcionaria conoce en su puntual magnitud el tema de la universidad”.
Cuando se le pregunta si aceptaría, en caso de ser invitada, un cargo de primer nivel en la administración rectoral de la UAN, que se estrena los primeros días de junio venidero, responde así:
“Yo espero que la administración rectoral se integre en justa acción paritaria, igual número de mujeres y hombres, como lo he mencionado. Hay ahora una generación de mujeres jóvenes con entusiasmo, profesionalismo, para ocupar los diversos puestos. Yo ya he ocupado cargos en la universidad, y hoy lo que hago son proyectos de investigación, encabezar algunos programas culturales, educativos de beneficio social. En este momento no estoy interesada en algún cargo formal, sin embargo, considero que mujeres que tenemos la trayectoria, como yo, estaremos obviamente trabajando para la administración rectoral y Norma Galván”.
El arribo a la rectoría de Norma Galván no llega tarde, según apreciación de Lourdes Pacheco.
“Este proceso ya se da en otras universidades, porque nos hacía falta una teoría feminista, de igualdad, para que alcanzara esa posición. Tuvieron que llegar las diputadas, las senadoras, entonces, es un proceso paulatino. La secrecía se ha tardado, porque en otras ocasiones la secrecía ha sido punta de lanza de actividades para hacer la reforma, y hoy las universidades se van incorporando a las reformas sociales prácticamente desde la retaguardia. Pero bienvenida la mujer en este momento, estoy segura que será factor de cambio en la universidad”.
De facto rechaza que el equipo de trabajo de la nueva rectora sea integrado con puras mujeres. “La ley obliga a la paridad”, alerta de inmediato.
“Pero fíjate, hemos tenido rectorías con administración integrada por hombres en su totalidad. Las funcionarias llegaron muy tarde, de hecho, yo fui funcionaria con el licenciado Javier Germán Rodríguez, y posteriormente ya no hubo funcionarias en el primer nivel.
“Ahora la ley obliga a que la administración rectoral se constituya de manera paritaria entre mujeres y hombres, eso es lo que esperamos en la universidad. Se trata que haya un equilibrio. Terminar con el monopolio de los hombres en los cargos administrativos de rectoría”.
- ¿El estado civil legal, casada, de la rectora Norma Galván, puede ser factor de interferencia en su formación laboral?
La entrevistada responde: “Bueno, mira, la condición de las mujeres es la maternidad, la conyugalidad. La maternidad es una actividad que cuando estamos en un cargo público debemos generar redes sociales, redes familiares. Cuando un hombre llega al poder nadie pregunta y qué va a hacer con sus niños, porque tiene esposa y es ella la que se encarga de esa parte de la manutención.
Es Lourdes Pacheco de la opinión que deben cambiar las reglas para llegar a la rectoría, así como el método de selección en el Consejo General Universitario.
“Recordemos que las reglas que nos rigen actualmente fueron establecidas en 1989 y prácticamente no han tenido un solo cambio, se dio un cambio leve cuando la universidad dejó de ser de Estado, manejada por el gobierno, pues este mandaba los nombres de una terna para de allí seleccionar al rector.
“Ahora quien tiene la atribución es el Consejo General Universitario y es quien decide. Pero esta forma debe tener transformaciones, porque no podemos seguir eligiendo de la actual manera, y te voy a decir un caso: la universidad debe educar a las y los estudiantes en ciudadanía, sin embargo, no concibe ciudadanía porque se requiere una democracia elevada. El Consejo General Universitario elige al rector por su propia voluntad, pero no hay proceso de consulta a las bases, obvio que ello nos hace asegurar que es un proceso muy dañado que nos permite pensar que en la universidad no se construye democracia”.
Al margen del cuestionario, con anterioridad elaborado, Lourdes Consuelo Pacheco Ladrón de Guevara con entusiasmo expresa lo siguiente:
“Quisiera decir que, en la universidad, al menos desde hace 20 años, hay mujeres en condiciones académicas altas, casi todas somos doctoras. Ella es la primera rectora, si no me equivoco, Norma Galván llega con un capital académico importante, ella es doctora, porque ni siquiera Javier Castellón, quien se doctoró prácticamente cuando abandonaba la rectoría. ¿Y el título? Él estudió en la UNAM, pero el título se lo dieron en Tijuana. Galván es la primera persona que con doctorado llega a la rectoría, y eso para las mujeres universitarias es un orgullo, y es una manera de decir: las mujeres no necesitamos oportunidades, sólo que se cumpla la ley”.
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