Los creadores y formadores de los ninis
Sergio Mejía Cano
26 de Octubre de 2021
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), levantó ámpula entre varios universitarios y algunos sectores de la sociedad, al decir abierta y públicamente en su conferencia matutina que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se haya “derechizado en los últimos tiempos”. Ya en días anteriores, AMLO se había referido también en su conferencia, respecto al caciquismo reinante en la Universidad de Guadalajara (UdeG), en manos del licenciado Raúl Padilla López.
El reclamo de AMLO se basa principalmente en que la UNAM no dijo nada ni se pronunció en contra de los abusos cometidos durante todo el tiempo en que se implantó el modelo neoliberal en el país que, se dice, daño mucho a nuestra Nación. Pero no nada más ha señalado a la UNAM y la UdeG, sino que la mayoría, si no es que todas las universidades públicas del país, se prestaron a seguir el juego implantado por el neoliberalismo, al negar el acceso a la educación media y superior a infinidad de jóvenes con aspiraciones de cursar una carrera y obtener un título universitario que les abriera las puertas para un futuro mejor.
No es poca cosa el hecho de que con esta medida de negar el acceso a las escuelas preparatorias y universidades públicas y que, casualmente comenzaran a proliferar en nuestro país las universidades privadas, algunas declaradas abiertamente como “patitos” y, desde luego, otras con cierto grado de prestigio. Sin embargo, debido a la crisis económica que reina en México ya desde hace muchos años, impidió que muchos jóvenes de ambos sexos pudieran ingresar a dichas universidades privadas, precisamente por falta de recursos económicos, por lo que, como se dice coloquialmente, se quedaron chiflando en la loma. Y por esta razón a todos estos jóvenes que no pudieron ingresar a continuar sus estudios en escuelas públicas, se les comenzó a llamar o denominar como “ninis”, porque no estudiaban ni trabajaban; sin embargo, obviamente que no era por decisión propia de todos estos aspirantes a un futuro mejor, sino por las trabas que se les impusieron en las escuelas públicas bajo el pretexto de que “no había cupo”.
Es probable que muchos de nosotros hayamos conocido o conozcamos a muchos jóvenes tanto integrantes de nuestras familias, así como de vecinos, conocidos o por pláticas recurrentes, que no pudieron ingresar a una preparatoria y, quienes sí lo habían logrado, una vez terminados sus estudios de bachillerato, no pudieron ingresar a la universidad de su preferencia supuestamente por no haber cupo; frase muy recurrente que aún hoy en día sigue en boga, pues a pesar de los esfuerzos de esta actual administración federal, no se ha corregido este asunto de que sigan sin poder ingresar a los estudios medios y superiores la mayoría de los aspirantes de ambos sexos que no cuentan con medios económicos para poder inscribirse en una escuela privada.
Muchos jóvenes han quedado frustrados al no poder cumplir sus sueños al no lograr ingresar a la carrera que, posiblemente pensaron desde niños llegar a cumplir, teniendo que estudiar otra carrera o buscar trabajo o ya de plano, recurrir al comercio informal.
Claro que hoy en día hay infinidad de profesionistas que no ejercen sus carreras por la crisis económica o porque los salarios que les ofrecen no cumplen las expectativas e ilusiones que se habían propuesto una vez con su título en la mano. Es por eso que hay profesionistas que optaron mejor por poner una carreta de tacos, de hamburguesas o trabajar en el transporte público mediante plataforma definida o ya de plano dedicarse al comercio informal que, ya una vez ahí y al ver que les va mejor que ejerciendo su profesión, ahí se quedan tal vez, desperdiciándose un talento que le haría más bien a nuestro país si se les encausara para lo que estudiaron.
Queda claro que se crearon otras escuelas públicas o mixtas para que se pudieran estudiar carreras mecánicas e industriales, también con el pretexto de que ya había exceso de abogados, ingenieros, arquitectos y lo increíble: médicos; y que por eso la creación de las otras escuelas. Sin embargo, el no encausar al estudiantado para lo que tienen vocación y aptitudes, es lo que ha dañado en cierta forma al país pues, por ejemplo, si a un aspirante con vocación y aptitudes a medicina se le niega el acceso al estudio de esta carrera, ya se perdió a un médico, pues tal vez se dedicó a ser médico de computadoras, de teléfonos móviles o a la mejor mecánico de motores de combustión interna, etcétera.
Sea pues. Vale.
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