Clase de historia universal. Mentiras, mentiras, mentiras. Dizque revolución, dizque independencia

Dándome a la tarea  de investigar un poco de historia, he de decirle que antes de mi reencarnación como soldado persa, fui a un curso a Alejandría donde estaba la mejor biblioteca del mundo. Esta ciudad en aquellos tiempos ya tenía pasos a desnivel, estadios, plazas de toros y bueyes, academias, mercados, tianguis, teatros, su CTM, hospitales al aire libre, casas de citas, tiempos compartidos, melate, lotería, tintorería, panificadora, taller de bicicletas, bules, bares, “picaderos”, y la entrada de drogas por el Delta del Mediterráneo.


Me sorprendí cuando un pitoliso (perdón pitoniso), saburín y adivino, me platicó mucha de esta historia que ustedes conocen. Ojala que me la crean. Alejandría fue inaugurada por Alejandro el grande (de entrada y salida) y en una de sus batallas en el año 332 A.C. liberó a Egipto de los persas, y el tal Darío III fue aplacado por Alejandro, y ya posesionado, esta ciudad se llamó Rakokis 331 A.C. La sociedad de Alejandría estaba formada por persas, egipcios y griegos, los cuales vieron con buenos ojos la popularidad de Alejandro.


La educación era de primerísima calidad, pues de ahí salieron los grandes maestros de todas las doctrinas. Voy a citar algunos nomás para que usted vea que el chile tiene cara de “arañas” y “métodos científicos” “por eso atravieso esa historia”.


Aquí nacieron Arquímedes, que era de Siracusa, y era el rey de las palancas, vendía tamales con atole; Euclides que desarrolló la geometría y sostenía que el círculo tenía cuatro lados, dos áreas y una alberca. Hiparco de Nicea que dicen que era de León Guanajuato y sabía mucho de trigonometría y del tratado de libre comercio, y decía y sostenía la teoría de la visión geométrica del universo, que el globo terráqueo era el centro de todos los demás planetas y que estos giraban alrededor de él, además tenía una agencia de viajes. Aristarco de Samos, quien defendía todo lo contrario y mejor lo decidieron en un volado y éste último ganó; no conforme, lo decidieron en una pelea de gallos y la ganó Cassius Clay. 


Erastotenco, que hizo una cartografía y un libro de geografía, y en sus ratos de ocio gustaba de jinetear a su vieja y toros bravos. Así también estudió en esa escuela de astronomía el geógrafo Claudio Tolomeo, y el servicio social lo hizo en el  ISSSTE. También Galeno que era de Rosamorada y que hizo un tratado sobre la curación, masajes, limpias y todo eso que hay de moda, pero allá sin cobrar. El único que cobraba era el tatarabuelo de Walter Mercado.


Todos los maestros eran sabios y estudiosos y ya tenían también “Gordillos”, daban conferencias sobre todo en gramática, sintaxis, prosodia y ortografía. Eran unos grandes lingüistas que les copiaron a los griegos y que incluso ahí nacieron los versos Alejandrinos, porque este coqueteaba con Marilyn Monroe; también determinaron las  leyes de lo retórico y la gramática. Es bueno citar que el embrión de la Alquimia fue la fuente fundadora según los griegos de lo que hoy se conoce como Química.Surge en la escuela de Alejandría en su filosofía antigua, neoplatónica entre los siglos III y VII con la caracterización de un sincretismo y eclecticismo.


Toda esta bola de sangrones le dieron esplendor a Alejandría. Esta ciudad tuvo grandes desastres, como fue la guerra bucólica (hecha por puros alcohólicos) y fue saqueada en gran parte por Karacada o Arracada, y destrozada por Victoriano y también por Aureliano Luso Domicito o domicilio. También Domiciano casi acabó con Alejandría que había sido tomada por Diocleciano. Más del 80% de los libros científicos fueron quemados y robados. El más famoso de todos fue un tal “Todociano” que fue como los políticos de ahora, que agarraba parejo todo o tocho morocho.


No hay necesidad de que me crea, pero pregúntele a un maestro de historia de cualquier universidad acerca de la historia universal y sabe pura madre.

Pues amigo lector, aquí comienzo con una historia única, excepcional y exclusiva de PICALICA.

Me ha llevado muchas décadas de investigar todo esto, pero me prestó unos libros el cardenal “Gas Das” Juan José Posadas, y en una de sus libretas yo le hice la introducción del “penesis” (perdón Génesis). Usted “agarre” la onda, y cuando la agarre no la suelte.


Así que “ábrase”, deje compenetrarlo a la historia reveladora de tantas falacias y mentiras más adelante.       

 Del dicho al hecho, primero abrazo, luego leche y luego “techo