Cuando te toca, te toca, y sin buscar
Sergio Mejía Cano
20 de Marzo de 2021
El pensador indio “OSHO”, en una de sus pláticas refiere, palabras más, palabras menos que: “Erradica todos tus deseos, porque mientras más desees, más te frustrarás al ver que nada de lo que anhelas te llega”. “No busques lo que no es para ti, lo tuyo, tarde o temprano te llega sin buscar”.
Esto viene a colación, debido a una anécdota familiar que, si bien se dice que no es ético hablar sobre asuntos personales en una columna de opinión, en ocasiones se presta para dar el enfoque necesario para lo que se trata de dar a conocer.
A principios de los años 80 del siglo pasado, llego a visitar a mi abuela materna, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y una tía me dice que si le puedo conseguir la ley del ISSSTE, porque había oído en un programa de radio, denominado “Teléfono Público” de Radio Metrópoli, de Nositistema, preguntar a una señora al entonces conductor de ese programa, don Jaime García Elías, que si tenía derecho a una pensión por haber trabajado más de 15 años en una dependencia de gobierno. Y que el conductor del programa, le había dicho que tenía conocimiento de que sí era probable que recibiera una pensión, que se asesorara apoyada en la ley del ISSSTE.
Mi tía ya tenía desde 1970 que había renunciado a la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos, que después cambió su nombre, Secretaría a la que mi tía había ingresado en 1954. Su renuncia se dio por problemas de salud; sin embargo, una vez que se recuperó entró a trabajar a una Casa de Bolsa que hoy es una Sociedad de Inversión; en la que mi tía trabajó por más de 20 años.
Una vez que le conseguí la ley del ISSSTE, entre una de mis primas y mi tía, elaboraron una carta en donde solicitaban la pensión de mi tía. Pero cuál va siendo su sorpresa que la muchacha que las atendió en las instalaciones del ISSSTE por esta petición, después de buscar en los archivos, llegó con un expediente, y le dijo a mi tía que todo estaba bien, que sí tenía derecho a una pensión mínima, pero que tenía que presentar su último recibo de pago emitido por la Secretaría de Recursos Hidráulicos. Y aquí fue el problema, ya que mi tía, en un arranque de limpieza se había deshecho de cuantos papeles consideró ya sin importancia, porque atiborraban sus cajones, por lo que le dijo a la muchacha que no contaba ya con ningún recibo de pago de esa Secretaría ni con nada con que comprobar que había trabajado en la Secretaría de Recursos Hidráulicos. Lo bueno fue que la chica que atendió a mi tía y a mi prima, se mostró muy amable y solícita, diciéndole a mi tía que no se preocupara, que podía sacar copias de todo lo que estaba en su expediente que ya no tardaba en ser capturado digitalmente.
Así que esta muchacha que atendió a mi tía, hizo todo lo referente a armar la petición con todos los comprobantes que se requerían para que le dieran su pensión. Y así fue, nada más que la muchacha le dijo a mi tía que tenía dos noticias, una buena y otra mala; la muchacha dijo que la noticia mala era que la pensión sería mínima, de un poco más de 600 pesos mensuales; sin embargo, la buena noticia era de que recibiría el retroactivo que sumaban un poco más de 38 mil pesos, porque el retroactivo amparaba otras prestaciones que habían quedado pendientes de saldar. Y pues, lo que fuera era bueno, ya que ¿dónde estaban esos dineros?
Lo curioso es de cómo se dan algunas cosas, pues de no haber escuchado mi tía aquel programa en la radio, tal vez ni se le hubiera ocurrido pensar que tenía derecho a una pensión, aunque fuera mínima; aunque a la mejor se podría haber enterado mediante alguna plática con alguna de sus excompañeras con las que seguía teniendo amistad con algunas de ellas o tal vez ya le tocaba y sin buscar mucho, se hizo de su pensión después de casi 14 años que había renunciado a la Secretaría de Recursos Hidráulicos.
Y en cuanto a eso de “erradicar todos los deseos”, sí resulta cierto, pues cuántas personas no hemos conocido que se han vuelto amargadas porque no ven cristalizar todos sus deseos, por lo que se frustran y le amargan la vida a sus familiares y amigos, todo por buscar lo que no les corresponde.
Queda claro que mientras más se desee, más se sufre al ver que no nos llega todo eso que anhelamos durante toda nuestra existencia.
Como personas que durante años y años compran su cachito de lotería, juegan a los pronósticos, al melate, al chispazo, al tris, etcétera, y nunca nada de nada; sin embargo, hay personas que con una sola compra de juegos de azar, le pegan y listo.
Sea pues. Vale.
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