Fortaleciendo a Pemex y la CFE, se fortalece a la Nación Mexicana
Sergio Mejía Cano
26 de octubre de 2020
El hecho de que varios congresistas y senadores estadounidenses se hayan quejado ante su presidente Donald Trump de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, esté fortaleciendo a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pone de manifiesto una vez más, que los Estados Unidos de Norteamérica, no tienen amigos, sino puros intereses, y nada más.
De que los mismos gringos se quejen por ver supuestamente afectados sus propios intereses no es de extrañar, lo que sí es por demás muy raro, es que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), vea como un atentado el que AMLO proteja el interés nacional, sí que es de llamar claramente la atención y más, porque quienes componen la Coparmex, no deben ser muy ajenos o que ignoren de que en los sexenios anteriores tuvieron que modificar los artículos 27 y 28 constitucionales para que los gobiernos en turno, así como empresarios tanto nacionales como extranjeros pudieran echar mano a los recursos nacionales mediante las privatizaciones de áreas consideradas antaño como estratégicas; no pueden estar al margen tanto los de la Coparmex, como los políticos involucrados, de que tomaron los recursos y bienes nacionales como si fueran de su propiedad, malbaratándolos al mejor postor, dejando por lo mismo, que las arcas nacionales se fueran reduciendo al no entrarles el dinero que ahora la Iniciativa Privada (IP) nacional como extranjera, aprovecharan de esos recursos y bienes para su propio beneficio.
¿Por qué tener qué entregarle las ganancias de todo lo que se ha privatizado a la IP, en vez de pasar a engrosar las arcas de la Nación?
Los gobiernos mexicanos de Miguel de la Madrid Hurtado a Enrique Peña Nieto, tomaron como de su propiedad recursos y bienes nacionales privatizándolos a más no poder, con el consabido daño a las arcas nacionales, enriqueciendo a unos cuantos nada más, sobre todo políticos y creando nuevos ricos que hoy en día se ostentan como potentados de alcurnia.
¿Por qué protestan esos gringos y algunos malos mexicanos al hecho de que AMLO esté viendo más por la Nación que por la IP? Como se dice anteriormente: de los gringos no es de extrañar, pues a ellos les vale gorro lo que pase con la economía mexicana mientras esta no repunte y que esta y siga supeditada al gobierno gringo; pero que algunos mexicanos estén protestando, pues como que aquí se podría entrever una clara traición a la Patria, pues estos mexicanos que le dan “la razón” a los gringos, en aras del cuento falaz de que son inversionistas y que por lo mismo, habría qué darle todas las facilidades como no cobrarles impuestos, cediéndoles terrenos para la construcción de sus empresas; y lo que es peor: sin la obligación de cumplir con las leyes mexicanas en cuestión laboral. Y precisamente por ahí podría estar el meollo del asunto de la queja de los congresistas gringos, tal vez cabildeados por empresarios de su país, así como de los mexicanos: que la protesta se deba también porque les van a cobrar contribuciones y hacer cumplir con la Ley Federal del Trabajo.
Cuánta razón tuvo el entonces Presidente de la República, Adolfo López Mateos, en su discurso a propósito de la nacionalización de la industria eléctrica, cuando señaló que tuviéramos cuidado los mexicanos de las nuevas generaciones, porque otros mexicanos llegarían a destrabar esta nacionalización volviendo a entregar la industria eléctrica a manos extranjeros. Y así estaba sucediendo, no nada más con la electricidad, sino con el petróleo, pues no por nada fue Peña Nieto a Inglaterra a decirle a los británicos que ahí estaba de nuevo el petróleo a su disposición nuevamente; danto quizás a entender a los ingleses que disculparan a nuestro país por lo hecho por el Tata don Lázaro Cárdenas del Río, cuando expropió Pemex, hecho que afectó intereses de Inglaterra que, en ese entonces era dueña de la mayor parte de los pozos petroleros de entonces.
Así que el que ahora AMLO esté haciendo todo lo posible, legalmente, por volver a fortalecer a Pemex y la CFE, ningún mexicano con dos dedos de frente lo podría ver mal, más que aquellos mexicanos malsanos que quieren que se sigan entregando los recursos y bienes nacionales a manos privadas tanto extranjeras como mexicanas; que se sigan entregando ferrocarriles, minas, playas, terrenos fronterizos, energéticos, vías de comunicación, en fin, todo lo privatizable y así, que nuestro ya de por sí depauperado país, se debilite aún más.
Sea pues. Vale.
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