Cómo le lloran al dinero ajeno y a la corrupción
Sergio Mejía Cano
23 de octubre de 2020
Qué ánimos de estar queriendo tergiversar lo que ha estado quedando muy claro, en cuanto a la desaparición de los fideicomisos que, como se ha documentado por parte del Gobierno Federal, se prestaban a la opacidad del manejo del dinero presupuestado para ellos, que se rendían cuentas muy poco claras, y que por eso era necesaria su desaparición.
En cuanto a los señalamientos y protestas, ha estado ocurriendo algo muy similar como cuando se cancelaron los recursos para los intermediarios de las casas de asistencia de ayuda para la mujer, las guarderías, etcétera, pues a pesar de que en su momento se dijo y se confirmó que en lo sucesivo la ayuda sería personal y en mano, aun así a quienes eran dichos intermediarios no les gustó para nada; ¿por qué? Pues simple y sencillamente porque ya no iban a poder seguir manoteando el dinero correspondiente a quien en verdad tenía que llegar.
Igual ahora, en que los señalamientos más fuertes son dizque porque se va a desproteger la investigación, el arte, la cultura y todo en lo que estaban envueltos los fideicomisos hoy ya a punto de desparecer de una vez y a la mejor para siempre. Porque quienes han estado protestando, son más bien otras personas y no directamente los que se dice serán afectados; ¿por qué? Pues porque quizás ya agarraron la onda de lo que ha dicho el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO): que en adelante, todos y cada uno de los investigadores, académicos, artistas, intelectuales, cineastas, deportistas, etcétera, recibirán en forma directa la ayuda para sus investigaciones y trabajos, ya sin que haya de por medio otras manos que se dedicaban en sí, a jinetear esos recursos que, al igual que anteriormente en las guarderías, albergues y demás instancias hoy desaparecidas, hacían cuentas no muy claras facturando además, de forma fraudulenta.
Así que si AMLO ya lo ha afirmado públicamente de que nadie que ocupe ser apoyado para sus estudios e investigaciones, para el arte y la cultura, y para todo en lo que abarcaban esos fideicomisos que desaparecerán, dejarán de recibir la ayuda correspondiente por parte del Gobierno Federal, entonces, ¿por qué sigue saliendo gente rasgándose las vestiduras por dicha desaparición, si no es otra cosa más que transparentar el apoyo dándoselo en forma directa a quien en verdad lo necesite? No por nada, el mismo AMLO ha dicho públicamente que quien defiende a esos fideicomisos, defiende la corrupción.
Así que si ha quedado claro que los verdaderos destinatarios que antes estaban atenidos a un fideicomiso no serán desamparados, sorprende en verdad que una senadora nayarita esté diciendo que con la desaparición de los fideicomisos públicos “se afectará no solo a Nayarit, sino a todo el país”. ¿En qué forma se va a afectar a Nayarit y al país? ¿En realidad se afectará al país entero evitando que dinero público sufriera una especie de privatización del erario? Porque ha quedado claro que mucho del dinero de los fideicomisos públicos se utilizaron para ayudar a empresas privadas y además, diluyeron mucho dinero sin ninguna trasparencia, pues así lo afirmó el pasado martes 20 en su conferencia matutina el mismo AMLO, en donde balconeó a la excandidata presidencial del PAN Josefina Vázquez Mota, por la poca transparencia que se le dio a una supuesta ayuda dizque para inmigrantes y que no se supo de bien a bien qué había pasado por lo menos con un mil millones de pesos y un poco más.
Y a propósito de esta exhibición de la señora Vázquez Mota, AMLO dijo que era por lo pronto nada más lo que estaba por encimita, y que posteriormente exhibirá muchos de los malos manejos con que actuaban varios de esos fideicomisos que sangraban al erario prácticamente sin rendir cuentas claras. Así que habrá qué esperar qué más sale a flote, porque de acuerdo a lo expuesto por el presidente AMLO, posiblemente hasta haya denuncias penales al respecto, porque la investigación ha dado con mucha turbulencia al interior de esos fideicomisos que por algo muchos se oponen a su desaparición que, como ya se dijo, no nada más van a desaparecer así como así, sino después de una rigurosa investigación.
Lo más probable es que no se le falle a nadie, más que a los que interferían en el dinero de los fideicomisos. Y lo más seguro, es que no se les falle a los afectados por los desastres, pues lo mejor que les podría pasar es que no los obliguen a “hacer tandas”, para solventar sus propios gastos para la reconstrucción de sus viviendas.
Sea pues. Vale.
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