Poca congruencia en alguien que parecía ser muy congruente

Parecía increíble, pero resultó ser cierto. Si bien desde hace días de corría el rumor de que existía la posibilidad de que el diputado local por el PRI, Adahan Casas Rivas se iría a las filas del PAN, poca gente lo creía, porque una de las características con que más se identificaba el diputado Casas Rivas, era su congruencia y lealtad al partido que le había abierto las puertas para incursionar en el mundo de la política.

Sin embargo, no fue así, a pesar de que mucha gente creyó que esto era más ruido que nueces, este lunes 07 corrió la noticia como reguero de pólvora, de que habría una conferencia de prensa en donde se daría a conocer la decisión de Adahan Casas, de que era un hecho que abandonaría a su partido nodriza, para pasar a las filas panistas.

Desde luego que no se comprende que Casas Rivas se haya ido con el canto de las sirenas panistas, porque con esto da al traste con esa congruencia que tanto lo llegó a caracterizar; pero tal vez no cambió, sino que simplemente se desenmascaró fijando su postura de que lo que le interesa más, es su propio beneficio. Porque ¿qué posibilidades podrá tener don Adahan en el PAN? ¿Creerá acaso que tendrá la misma suerte de otra saltimbanqui como la señora Gloria Núñez? Para nada. Pues si cree el señor Casas Rivas que obtendrá la candidatura a la gubernatura del estado de Nayarit, podría esto convertirse en un sueño guajiro, porque no está todo dicho aún, debido a que falta que salte la resistencia de las filas panistas, esas de hueso colorado, que obviamente tendrán que poner el grito en el cielo; y desde luego, la voz discordante de quien se creía ser el candidato natural del PAN para la gubernatura estatal: el doctor Leopoldo Domínguez González, candidatura que no nada más él cree tenerla ya en la bolsa, sino un cierto sector de panistas, algunos analistas que ya lo dan como por hecho, y hasta ciudadanos simpatizantes con el también conocido como Polo.

El chiste sería saber qué estaría pensando don Adahan Casas al momento de tomar esta decisión que, en cierta forma podría ser trascendental en su vida política, porque si bien a algunos políticos que han abandonado las filas priistas más o menos les ha ido bien, a algunos más los desapareció de la escena política del estado pasando a segundo plano o simplemente ya no poder participar para puestos de gran trascendencia, teniéndose que conformar con migajas. Claro que en el entendido de que el que traiciona una vez, traiciona siempre.

Y así aleguen algunos expriistas que abandonaron sus filas por no haber sido reconocido su sacrificio, aun así, su actitud siempre quedará en el ámbito de la traición. Aunque también podría existir el hecho de que cuando un priista abandona sus filas para irse a otro partido, bien podría consistir en una estrategia para tener espías dentro de ese partido político que les abrió las puertas, ya sea con buena o mala fe de ambas partes. Pero quién sabe. El caso es que sea como sea: el que un partidario de una asociación política abandone sus filas para irse a otro partido, nunca tendrá el visto bueno de la opinión pública, en el entendido de que lo único que buscan con sus nuevos acomodos, es el beneficio de su propio estatus, porque lo que bien podrían hacer en bien de la ciudadanía, se podría desde la trinchera de su partido nodriza, igual que en alguna otra.

Y volviendo a la poca congruencia que resultó tener Casas Rivas, ¿qué acaso no pudo haber comprendido que aún no era su tiempo y que pudo haberse aguantado para un sexenio más, mientras agarraba más fuerza tanto política como con el electorado? ¿Qué acaso no estuvo consciente de que por más suerte que haya tenido, para en tan poco tiempo haber logrado llegar a ser presidente municipal de Santa María del Oro, y ahora diputado local, y de que existe todavía una disciplina partidista en el PRI que los enseña a aguantar vara, a tragar sapos sin hacer gestos para esperar tiempos mejores y así continuar el ascenso de su carrera política? ¿Qué no habrá tenido presente el señor Casas Rivas de que aún no era su tiempo para la gubernatura amparado por las siglas del PRI, y que posiblemente la siguiente después de esta próxima, era la de él?

Ahora bien: respecto a esta decisión de Adahan Casas de abandonar las filas del PRI, pues no hay mucho que decir, ya que su cargo se lo ganó en buena lid con el voto popular; sin embargo, habría que ver que, si bien mucha gente votó por su persona, otro tanto votó por él porque lo abanderaba el PRI.

Sea pues. Vale.