Políticos mexicanos desprestigiados sin ideología alguna
Sergio Mejía Cano
25 de agosto de 2020
Según se dice, y se dice bien, que la mayoría de los políticos, al día siguiente en que se dieron los comicios para ocupar puestos de elección popular, comienzan su campaña para las próximas elecciones, sean para dentro de tres o seis años. Unos se empiezan a mover dándose a ver constantemente y con baños de pueblo o haciendo declaraciones, muchas de las veces incongruentes a toda luz.
Sin embargo, hoy en día, casi todos los políticos están tan desprestigiados que mucha gente ya no cree en ellos y ellas, por supuesto; sobre todo aquí en Nayarit, pero más en la capital nayarita en donde se mueven todos los hilos para los futuros comicios del 2021.
Ya en las redes sociales comienzan a aparecer supuestas encuestas y preguntas de algunas personas que tal vez nada más sean para tantearle el agua a los camotes, como por ejemplo se pregunta en un mensaje de facebook, que a quién se preferiría en estos momentos para la próxima gubernatura de Nayarit, y se muestran las fotos de conocidos políticos que, obviamente desde siempre no han ocultado sus aspiraciones de llegar a ocupar el cargo de gobernador del estado. Y desde luego, también se pregunta quién sería la persona ideal para ocupar la Presidencia Municipal de Tepic; y por si fuera poco, de los demás municipios de la entidad nayarita, no dejan de aparecer nombres de políticos de ambos sexos, a los que alguien los está promocionando, porque no se ve que sea en forma personal, por aquello de no adelantar aparentes movimientos que podrían en cierto caso, considerarse como delitos electorales.
Aunque ya existen otros políticos que ya se están acomodando para competir por cargos de elección popular, y también los que tratan de agradar a sus padrinos políticos para ser favorecidos con un cargo plurinominal.
Y en cuanto al desprestigio que pesa sobre la mayoría de los políticos no nada más de Nayarit, sino del país entero, y pertenecientes a todos los partidos políticos, este desprestigio se acentúa cada día más porque muchos de estos vividores del presupuesto, abiertamente han dejado atrás ideologías partidistas buscando aliarse hasta con adversarios naturales que antes se consideraban de toda la vida; pero ahora es más grande el interés de seguir viviendo fuera del error, así sea aliándose con Juan Cuerdas, con tal de lograr su propósito personal y tal vez de grupo.
Ahora se dice que existe la posibilidad de que se les dé luz verde a otros siete nuevos partidos políticos, como si la ciudadanía en su conjunto no estuviera harta de tantos vividores del presupuesto, porque eso es lo que son debido a que tengan en mente lo que la mayoría de los mexicanos pensamos: que en México no hay mejor negocio que crear un partido político, que aprovechan dinero del erario que prácticamente se va una coladera sin fondo, en vez de aprovecharse para construir hospitales y escuelas. Y si quienes sean favorecidos dándoles el visto bueno a su nuevo partido político, aun así ya nacen desprestigiados debido a que sus creadores son gente más quemada que la Amazonia.
Cada día se confirma más y más la que antes se consideraba una alianza soterrada entre el PRI y el PAN, porque no por nada, hoy en día la mayoría de los mexicanos se refieren a ambos partidos como si fuera uno solo, llamándolo “prian” y, a los militantes de ambas asociaciones políticas, los nombran como “prianistas”.
Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, varios analistas comenzaron a denunciar que Salinas de Gortari estaba actuando más como panista que como priista, porque le estaba concediendo al PAN todos sus reclamos desde su fundación en los años 30 del siglo pasado, reclamos que eran contrarrevolucionarios; que por eso fue la creación del PAN, para protestar en contra del orden y justicia social que en un principio dio pie al Partido Nacional Revolucionario (PNR), que cambió posteriormente a Partido de la Revolución Mexicana (PRM), terminando como actualmente lo conocemos: PRI.
Esos analistas tenían bases para denunciar que Carlos Salinas parecía más panista que priista al reconocer al Vaticano como Estado y establecer relaciones diplomáticas; así como reformar los artículos 24 y l30 constitucionales para darle reconocimientos a las Iglesias en el país, pero enfocándose más con una; pero para disfrazar un poco ese capricho panista desde su creación, Salinas de Gortari promulgó la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, para que las otras iglesias presentes en México no protestaran un claro favoritismo.
Sea pues. Vale.
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