¿Naranjo de izquierda?
Miguel González Ibarra
11 de julio de 2020
1.- Naranjo es un militante activo de la ultraderecha golpista y nada tiene que ver con la izquierda nacional, mucho menos con la gloriosa izquierda nayarita, respondiendo a su escrito del 7 de julio aparecido en el espacio del Periodista Oscar González Bonilla.
2.-La Cuarta Transformación de la Vida Pública de México, o sea, el Gobierno de la Nación y el Presidente de la República, están a la izquierda, como lo estuvieron: Independencia, Reforma y Revolución, habida cuenta que, todas, son obra de las grandes masas, hacedoras de la Historia. En el devenir de la Historia, solamente existieron y existen dos bandos: el PUEBLO y sus enemigos. No más.
3.- El mundo está dividido en: Neoliberalismo y DEMOCRACIA. Nomás. El primero, concentra y privatiza hasta el sol que nos da luz y calor, mientras el segundo, reparte y va distribuyendo con justicia la riqueza generada por las poblaciones, exactamente, la justa ruta que sigue la administración 4T. Los hechos demuestran que el odio e intolerancia solamente están del lado del fascismo, siendo éste, para decirlo con claridad y en plata pura, el Neoliberalismo. La socialdemocracia, es una vertiente de éste.
4.- Hidalgo personifica Independencia, Juárez Reforma, Madero Revolución y el Presidente López Obrador, DEMOCRACIA. En este momento histórico, nuestra DEMOCRACIA operada por el Gobierno de México, se llama DEMOCRACIA NACIONAL, a la que concurren todas las categorías de la nación, y que, la misma, más temprano que tarde, dará lugar a la DEMOCRACIA DEL PUEBLO, en la que los trabajadores del campo y la ciudad, llevarán las riendas del país, y, así, tal ruta, progresivamente, irá profundizándose hasta llegar a la DEMOCRACIA SUPERIOR que garantizará los derechos básicos a todos y cada uno de los habitantes de este país. Hay un abismo entre Stalin y Hitler, Fidel y Pinochet, Chávez y Somoza. No hay punto de comparación. En esto, como dice un amigo entrañable: “hay niveles”. El Presidente López Obrador es lo contrario a Salinas. Nuestro Mandatario es el Pueblo Mexicano, Salinas representa a los enemigos históricos del Pueblo de México.
5.- En nuestro país, hay una sola izquierda y una sola derecha. La izquierda mexicana, que es el Pueblo Mexicano, es la que está en Palacio Nacional. La derecha, que son los enemigos del Pueblo Mexicano, salió del Ejecutivo Federal, pintada de tricolor, azul y amarillo. El Pueblo Mexicano posee la verdad absoluta, nunca se ha equivocado. El Pueblo Mexicano es sabio. El Pueblo Mexicano es infalible, eterno y permanente.
6.- Naranjo está enmarañado. El Pueblo Mexicano votó hace dos años por un cambio de régimen, nombrando a los poderes Ejecutivo y Legislativo, los cuales, ambos, enfrentan, con el propósito histórico de terminar con la peor peste del país como lo era la corrupción, situación que, juntos, Presidente, diputados y senadores, combaten sin tregua, por tratarse de un elemento estructural, tal cual lo fueron los feudos de la haciendas en la época porfiriana. En esa línea, están todos los países que transitan el camino de la DEMOCRACIA, es decir, trabajan juntos, en una sola dirección y estrategia, ejecutivos y parlamentarios. En DEMOCRACIA, no existen poderes unipersonales. En México menos. Aquí, el Presidente López Obrador, gobierna junto y al lado del Pueblo Mexicano, por supuesto, de la mano del Poder Legislativo, sin imponer ni una coma ni a senadores ni a diputados federales, con la añadidura que las gloriosas Fuerzas Armadas es Pueblo Uniformado, como bien lo define el Presidente y que las conferencias de prensa desde Palacio Nacional transforman y elevan conciencia social y moral, semejante a los discursos de Fidel ante el heroico Pueblo Cubano.
7.- La pluralidad y el debate libre de ideas en el salto que representa la Cuarta Transformación, se expresa en la conformación del mismo Gabinete del Gobierno de México, pero, yendo más allá todavía, nunca hubo en este país, tanto análisis colectivo y respeto y libertad por las ideas, como ahora en el nuevo régimen conducido por el Presidente López Obrador. Por supuesto, los fraudes electorales, ya se terminaron, y, para ello, tiene que haber nuevas reglas, comenzando por los órganos que asumen dicha autoridad, y, eso, exactamente, es estar en el ámbito del respeto a la pluralidad y tolerancia respecto a la exposición libre de las ideas. No puede haber pluralidad ni libertad, persistiendo el fraude electoral, personificado por el dirigente actual del INE, que, a propósito, hay que aclarar, no fue éste el que defendió y el garante de la Gran Victoria el 1 de julio de 2018, sino el invencible y siempre victorioso Pueblo Mexicano.
8.- Naranjo se muerde la lengua. Todos los días, a través de redes sociales, él escribe mentiras y proclamas verdaderamente infantiles, que causan risa, contra el Presidente de la República, el Gobierno de México y el nuevo régimen de la Cuarta Transformación, viéndose, en verdad, tal cual si fuese un contratado por la agencia de inteligencia de los Estados Unidos. Un papelito verdaderamente patético. Y, todavía, pá acabarla, se pone a llorar.
9.- En el asunto de salud, con motivo de la pandemia, el Gobierno de México lo que ha hecho es salvar vidas. Lo ocurrido y que sigue ocurriendo respecto a fallecidos y contagiados, es responsabilidad absoluta de los que se fueron, individualizados en: Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, que dejaron una estructura en este rubro, destruida, sobre todo, una conciencia social enfangada en el egoísmo y la degradación. En pocos meses, es imposible que el Gobierno de México levante un sistema de salud recibido en ruinas. En términos estratégicos, ahora, la Filosofía de Estado en el Derecho a la Salud, es PREVENCIÓN y GRATUIDAD, ruta correcta, que solo la 4T estaba en condiciones de resolver y transitar, pues, antes, en el régimen que se fue, para ya nunca regresar, imposible hacerlo y practicarlo.
10.- Los que, como Naranjo, no comparten teoría y práctica del Gobierno de México, se autodestruyen. El Presidente López Obrador se ocupa de cuestiones superiores, no destruir a sus opositores, mucho menos al lumpenismo, como es el caso de Naranjo. Por cierto, me viene a la memoria el lumpen de origen oaxaqueño que quiso jugarle las contras al gigante de la Historia Alejandro Gascón Mercado, quedando aquél como los coyotes que terminan su existencia tirados a un lado de la vereda, sin que nadie los vea, y el incontenible viento, se encarga de sus partículas, desaparecer.
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