Antroponotas de Nayarit
Raúl A. Méndez-Lugo
03 de julio de 2020
LA SOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS ESTÁ EN LA CONSCIENCIA Y EN LA ORGANIZACIÓN SOCIAL
Con la experiencia de la pandemia mundial del Covid- 19, ha quedado demostrado que para enfrentar cualquier asunto que tenga que ver con el bienestar social y la calidad de vida, lo primero que debe existir previamente es la consciencia y organización social, desafortunadamente es de lo que más carecemos.
Para comprobar lo anterior echemos un vistazo el cómo funcionan actualmente la mayoría de los gobiernos de cualquier nivel, los partidos políticos, las asociaciones religiosas, los comisariados ejidales, los sindicatos, los comités de colonos, las cámaras empresariales, incluso, las organizaciones de la sociedad civil, en el fondo de todas estas instancias políticas, económicas, sociales y culturales, sin duda, dominan los valores del sistema individualista, injusto, desigual y corrompido del capitalismo neoliberal, sustentado en privilegiar los intereses del individuo sobre los intereses de la colectividad, de lo comunitario.
¿Alguna vez escuchaste que el funcionario público se enriqueció gracias a la corrupción y la impunidad existente; que el líder partidario, empresarial, religioso o sindical se encumbró en el cargo logrando una fortuna mayor que sus representados?
En efecto, eso lo escuchamos todos los días, lo vemos, estamos conscientes de que es verdad, pero, ¿Qué hacemos para enfrentarla, combatirla, para erradicar esta realidad? No puedo negar que existen importantes experiencias de lucha, esporádicas, mínimas, pero existen, sin embargo, es necesario impulsar aún más la toma de consciencia, la organización y la participación social. Un gobierno democrático debería impulsar este movimiento, creando escuelas, talleres, encuentros, rescatando espacios para que la gente se reúna, platique, reflexione, se organice. Lo más importante y viable es que la sociedad civil lo realice, creo que es el sustento para lograr gobiernos democráticos, abiertos, plurales y honestos.
Como ven, existe una dialéctica entre sociedad consciente y organizada y gobierno democrático, este ideal no es una utopía, es una posibilidad y una necesidad urgente, sólo con esta premisa estaremos en condiciones de construir una nueva sociedad, preparada para cualquier contingencia, pero sobre todo, para lograr la igualdad, la justicia, la paz y el bienestar de todos.
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