Moléculas malolientes que pululan en el aire

A bordo de un taxi me dirijo a atender asuntos particulares urgentes qué atender hacia las inmediaciones de la colonia mololoa. Al cruzar el río del mismo nombre por el puente de la P. Sánchez, nos llega al chofer y a mí un olor nauseabundo a caño, a drenaje y todo lo que de aguas negras se pueda decir. Lo comento con el taxista, y éste me comenta que a la altura de la plaza fórum es más fétido el aroma.

Comentando lo anterior con algunas personas, alguien dijo que están limpiando el río, que se ha dado cuenta de que sí lo limpian o que al menos lo están dragando. pues tal vez, pero debido al mal olor que despide en algunos tramos, queda claro que posiblemente mucha gente lo sigue tomando como un colector de aguas negras a cielo abierto, y que a la mejor no hay personal suficiente para investigar que ya no se sigan vertiendo toda clase de contaminantes hacia el río Mololoa, por lo que la sanidad del río tardará mucho en llegar o quizás ya jamás llegue porque de que está súper contaminado el río eso es innegable a todas luces, porque tal y como se encuentra en estos momentos se podría decir que ya casi es un drenaje para todo tipo de residuos, desde desechos particulares, como de negocios de todo tipo, talleres y posiblemente de algunos asentamientos humanos desde muy arriba del río, bajando, recolectando y arrastrando todo lo que le llega. Contribuyendo con esto a agrandar aún más la contaminación del río Santiago y por ende el océano pacífico en donde descarga este río, en las inmediaciones del histórico puerto de San Blas.

Cierta vez al cruzar el río Mololoa por la calle 5 de febrero en la colonia Paseos de la Constitución, me tocó mirar a un lado del puente que ahí está, un colchón y después un sofá, así como neumáticos y otras cosas que por ningún motivo deberían de haber estado ahí. Ese colchón y ese sofá, así como los neumáticos, ¿serían arrastrados por la corriente cuando llovió la temporada pasada o los recogió protección civil? quién sabe, el caso es que ya no se ven ahí; aunque tal vez la corriente los haya hecho avanzar río abajo.

Y a propósito del puente de esa calle 5 de febrero, en esa zona el río es mucho más angosto que hasta antes del puente de la avenida México, por lo que si de dicha avenida hacia el suroriente está canalizado el río, no así de la México hacia el norponiente en donde su angostura preocupa a los moradores de sus inmediaciones cada temporada de lluvias; sin embargo en esa zona poco o nada se podría hacer para ensanchar el río debido a que sus orillas prácticamente a ambos márgenes hay varias viviendas cuyos cimientos están precisamente en el mismo río. Aunque claro está, querer es poder y por lo mismo, podría llegar el día en que se tenga que ensanchar el río en sus partes angostas y con la pena, pero esos asentamientos de ya muchos años, tal vez podrían ser reubicados.

Y a propósito de aromas fétidos, se dice que por medio de moléculas es que le llega el olor a la nariz humana, y que si el aroma es muy fuerte es porque esas moléculas también van cargadas de infinidad de bacterias producidas por lo que se ha echado a perder y que son más livianas que el aire y pululan en el ambiente ya sea quedando flotando o avanzando de acuerdo a las corrientes de aire, llegando así a la nariz humana y por ende a la ropa, pelo y demás partes del cuerpo y, desde luego, posándose en todo lo que está a su paso. por lo que se entiende que esas moléculas que hacer percibir el mal olor también van a posarse en los lugares en donde se expenden todo tipo de alimentos tales como puestos de tacos, dogos y hamburguesas, etcétera; pero no nada más dichas moléculas que transportan las bacterias, sino también el polvo que levantan los vehículos al pasar cerca de donde están estos puestos o hasta fondas en donde la gente está degustando opíparamente sus sabrosos taquitos y diciendo: ponme otros tres con todo; y en ese todo desde luego que va todo el polvo que le ha caído al comal, un polvo que antes fue excremento canino, saliva, gargajos y todo líquido vertido a la calle que con el sol, después de un tiempo se convierte en el polvo saborizante de todo lo que envuelve al transportarse en el aire por el impulso de las ruedas de los vehículos al pasar.

Se dice que desde que el ser humano apareció en el planeta aprendió a convivir con todo tipo de virus y bacterias, y es lo más probable, porque de no ser así, la raza humana ya no existiría. Ya hubiese desaparecido debido a esas moléculas que pululan.

Sea pues. Vale.