Incapacidad de los gobiernos capitalistas para combatir al Covid-19
Octavio Camelo Romero
10 de mayo de 2020
Desde un principio los gobiernos capitalistas del G20, dentro de los cuales se encuentran los gobiernos de Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, México, entre otros, mostraron su incapacidad para combatir al covid-19 y su deslealtad al capitalismo global, al decretar por un lado el aislamiento de las familias mediante el encierro en su casa, como si fueran delincuentes de alta peligrosidad, y al establecer la medida del cierre de cierto tipo de empresas capitalistas vinculadas algunas de ellas, a los capitales transnacionales. Y por si fuera poco, dichos desgobiernos capitalistas decidieron que los contagiados del covid-19 se aislaran de la sociedad pero encerrándose en su casa. Como era de esperarse, se contagió la sociedad, primero porque los contagiados coexistieron y convivieron en la sociedad misma. Y segundo porque se provocó el cierre, e incluso la quiebra, de muchas empresas chicas, medianas y grandes junto con el correspondiente despido de los trabajadores de ambos sexos. Empero, la clausura de los puestos de trabajo y el aumento de desempleados o despedidos provocó un aumento de la oferta de trabajo lo que ocasionó y sigue ocasionando, una disminución del salario real y nominal de quienes se quedaron trabajando o cobrando y de quienes aspiran a un puesto de trabajo para sacar para comprar por lo menos, tortillas y un refresco porque la canasta básica de alimentos se ha disparado hacia arriba en su precio.
Pero no contentos con los destrozos hechos a la sociedad y al régimen de producción capitalista que presumen a él sirven, los desgobiernos capitalistas se lanzan nuevamente contra sus habitantes desgobernados, ya diezmados de por sí por el contagiadero del covid-19 provocado por ellos, con una nueva agresión a través de decretar la criminalización de la libertad en sus modalidades de libertad de asociación, de libertad de tránsito, de libertad de alimentación, de libertad de vestuario, de libertad de trabajo, etc. Esta nueva agresión se llama fascismo porque usan a las fuerzas armadas y a las cárceles, para privar de la libertad de tránsito a quien se encuentre en la calle. Y por si fuera poco, han decretado toque de queda como si la sociedad fuera constituida por delincuentes de alta peligrosidad. O sea, los desgobiernos capitalistas han llegado al fascismo con la militarización de la vida social y la pérdida de los derechos fundamentales de sus habitantes.
Pero además, tales desgobiernos no pensaron en el daño que le están causando a la niñez con el encierro, la falta de actividades físico-recreativas y la falta de sol. Los daños psicológicos, neurobiológicos, educativos, físicos, etc., de los niños y niñas, de los y las adolescentes y jóvenes, definitivamente se reflejarán en el futuro en el comportamiento social de unos individuos con severas deficiencias y carencias. Ojala y me equivoque.
Si desde un principio los desgobiernos capitalistas hubieran aislado a los contagiados con covid-19 en lugar de aislar a las familias de ellos y al resto de la sociedad, seguramente no hubiera habido necesidad de paralizar las economías nacionales ni de destrozar las economías de los trabajadores y de los mini-micro empresarios de la informalidad. Pero no fue así como sucedió, por ello cabe la duda de la honestidad de tales gobiernos. Y por si fuera poco, ya nos llegó el fascismo a México y a Nayarit. Ya se militarizó la vida social, ya se criminalizó la libertad y ya hay toque de queda. En fin.
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