La psicosis por covid-19 se está enraizando

En el portal de internet de INFORMADOR.MX del domingo 19 de abril del 2020, aparece una información con el encabezado de “Coronavirus puede ser destruido por la luz solar”, según experimentos realizados por el Centro Nacional de Análisis y Contramedidas de Biodefensa de Estados Unidos; aunque advierte que “los resultados no disminuirán los casos de Covid-19, porque aún hacen falta pruebas adicionales.

Desde luego que una información de este tipo vendría a tumbar el esquema de “quedarse en casa”, ya que al difundirse la noticia de que el Sol podría vencer al coronavirus, mucha gente trataría de salir a que le dé el Sol en todo su esplendor con que se ha estado presentando en estos días primaverales, así que tal vez por lo mismo, no se da a conocer todavía la noticia a nivel mundial, posiblemente para evitar tumultos en campos, montaña, playas, etcétera. Y todo porque ya está conformado un esquema para que la gente se encierre en sus viviendas con todos los riesgos que esto significa al tener que estar respirando aire viciado, sobre todo las familias que no cuentan ni con patio propio y ni azotea.

Desde luego que esta información debe de tomarse con cautela, ya que debido al coronavirus han salido infinidad de remedios para combatirlo ya sean verdad o pura falsedad pero estos remedios se han prestado para que mucha gente se vaya con la finta y los aplique ya sea para bien o para mal; sin embargo, así como han aparecido supuestos remedios, así se ha incrementado también la información respecto a los síntomas, pues cada día se dice que tal o cual síntoma podría ser por covid-19; porque si al principio se dijo nada más, aparte de que no era letal, que los síntomas eran similares a la de una gripe común, posteriormente se señaló que conllevaba dolor de huesos y cabeza, después que diarrea, pérdida de olfato y sabor y ahora que hasta males mentales, etcétera. Total que así como va la información respecto a los síntomas, nada más falta decir que la aparición de caspa es también una señal de que ya se padece el mentado coronavirus.

Y es tanta la información respecto a la gravedad del coronavirus que si bien en un principio se dijo que no era letal, ahora resulta que es de lo más mortífero porque es un virus mutante y que tal y como ha llegado a nuestros días ahora es de lo más letal. Y desde luego que toda esta información sobre la gravedad de este virus ha generado una psicosis entre la población a tal grado, que las personas con mente débil ya se formaron su propio criterio al respecto por lo que su escaso cerebro no da para más que agredir al personal médico que se cruza en su camino o que tienen la desdicha de ser vecinos de esta gente que no toma en cuenta ni considera aquello de que “de esta agua no he de beber”, ya que no se ponen a pensar que quizás algún día necesitarán ser atendidos por ese personal médico al que nada más falta que lo apedreen.

Y precisamente debido a esta psicosis que se ha generado en gran parte de los mexicanos, después va a ser muy difícil erradicarla, sobre todo a esos débiles mentales que les ha dado por agredir al personal médico, personas descerebradas que con tanta noticia que les ha llegado o les han dicho, ahora miran en todo ser humano que se cruza en su camino que son portadores del coronavirus y que con tan solo mirarlos a los ojos se podrían infectar; y todo debido a la enorme cantidad de noticias alarmantes que son las más que en vez de prevenir asustan; y más, por la información de que cada día aumenta el número de fallecidos y contagiados, aunque sea nada más mediáticamente. Y todo esto ha provocado que mucha gente crea que sus vecinos son portadores del virus o el chofer del camión, el abarrotero, la muchacha que atiende una frutería o comedor económico, etcétera. Y esto es malo porque se ha documentado que más de algún servidor público ha afirmado que unos turistas estaban contagiados sin tener los resultados de un laboratorio en sus manos para poder confirmarlo.

A mediados de los años 80 del siglo pasado un conductor de trenes le dijo al llamador de tripulaciones que le echara relevo a un garrotero miembro de su tripulación porque estaba ebrio. El garrotero de camino no dijo nada, pero cobró el viaje, y cuando llamaron a investigación al conductor le exigieron que mostrara el dictamen médico que señalaba el grado de embriaguez del garrotero al que había relevado para trabajar, lo que no pudo demostrar el conductor aduciendo que se veía borracho su garrotero.

Sea pues. Vale.