Socialismo es la salida a la crisis provocada por los gobiernos del G20

Nadie como los gobiernos del G20, le había hecho tanto daño al Capitalismo Global. Ni la URSS en sus mejores tiempos puso a la humanidad en la antesala del Socialismo como hoy lo están haciendo los gobiernos del G20. Marx y Engels dijeron que el capitalismo creaba a sus sepultureros, pensando en el proletariado que lucharía por su emancipación. En esa época, a mediados del siglo XIX, ni siquiera se pensaba en la existencia de una burocracia política internacional del capitalismo como la existe hoy agrupada en el G20. Mucho menos se pensaba que esa burocracia internacional jugaría el papel de sepulturera del Capitalismo Global. Nadie como ella ha puesto en riesgo la supervivencia de la economía capitalista. Desde luego que le echan la culpa al coronavirus covid-19. Argumentan que es un virus muy contagioso y que para preservar a la población del contagio, paralizan todas las actividades, incluyendo las económicas, y confinan la libertad de los pobladores mandándolos a sus casas. Atropellan no solo los derechos humanos sino también, al sistema al cual se supone que sirven. Y no se podía esperar otra cosa que la quiebra de las micro, pequeñas y medianas empresas, del despido de miles y hasta de millones de trabajadores, del incremento del gasto público para hacerle frente al desempleo y sub-empleo, de las pérdidas de los capitales de todos los tamaños ocasionadas por la paralización de la economía, y de miles de infectados y muertos por el covid-19. Se han perdido muchos billones de dólares y muchas vidas por éste sistema de preservación de una salud que no es real, pues no se es saludable cuando no se tiene que comer. Si en realidad quisieran preservar la vida de los habitantes de los países del G20, en lugar de mandar a toda la población a su casa, deberían de construir hospitales para todos los contagiosos del covid-19 y aislarlos a ellos. Pero la burocracia política internacional del Capitalismo al cual se supone que sirven, lo único que ha demostrado es su ineptitud; no ha detenido el contagio ni las pérdidas de vidas y económicas. Y esa ineptitud se ve reflejada, cuando sin aislar a los contagiosos del covid-19, se pretende que las empresas del capital transnacional reinicien sus actividades. En tales circunstancias lo único que va a pasar es que aumentarán de manera exponencial los contagios en la sociedad. Lo peor del caso para los capitalistas, es que llegará una hambruna que moverá a la sociedad en busca de soluciones reales a su hambre, tanto de alimentos como de justicia social; en el mejor de los casos ese descontento social se reflejará en los  procesos electorales, pero no se descarta que se radicalicen algunos grupos de ciudadanos y enarbolen una lucha armada. Desde luego que la burocracia política del Capitalismo Global cuenta con el armamento necesario y suficiente para defenderse y no bajarse del caballo. Y no faltarán quienes lo empiecen a hacer antes de los acontecimientos subversivos, lo cual traerá más violencia que se añadirá a la violencia que ya existe. No cabe ninguna duda que de seguir así las cosas, los pobladores pensarán que se debe de construir una sociedad que garantice el bienestar de todos, que los derechos humanos se respeten, que todos los servicios públicos sean gratuitos. Verán al socialismo como una salida a la crisis del Capitalismo provocada por los gobiernos del G20.  En fin.