Es necesaria una garantía mensual para la clase trabajadora
Sergio Mejía Cano
27 de marzo de 2020
Ahora sí que con esta sugerencia de que la gente permanezca encerrada en sus casas estamos perdiendo todos y no nada más económicamente hablando, porque habrá quien esté perdiendo prestigio y credibilidad también. Pero en cuanto a lo económico, para la mayoría de los mexicanos que no cuentan con los medios suficientes para estar ya no digamos cinco, ocho o más días inactivos, sino un solo día sin hacer nada, es el acabose.
Se dice que habrá recursos para que varias personas palien sus necesidades; sin embargo, podría suceder como suele pasar de que no serán todos los que están ni estarán todos los que son, y que como suele suceder, podrían darse casos de que reciban esos recursos gente sin merecerlo, únicamente por estar en el lugar indicado y apadrinados por alguien; y desde luego, gente necesitada que ni siquiera tenga la oportunidad de acercarse a alguna dependencia para que se le proporcione la ayuda anunciada por la crisis económica generada por este paro de labores debido al supuesto virus y obviamente para que la gente no se contagie entre sí.
Ya se ha repetido hasta la saciedad de que mucha gente ha estado quedando desempleada, descansada dicen otros, pero como sea, porque la mayoría de los descansados a propósito es sin goce de sueldo, y he aquí el meollo del asunto, pues desde hace muchos años los salarios no dejan margen para ahorrar, aunque mucha gente que vive fuera del error, es decir, mamando de la ubre presupuestal y que tiene su quincena asegurada, duda de que haya mexicanos que no tengan para comer al día siguiente; claro que esto porque sus altos salarios los hacen vivir en una burbuja de cristal que no los deja ver más allá de sus propias narices. De ahí la visión del que fuera secretario de Hacienda de Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe Armella, cuando afirmó que la pobreza en México era un mito genial; pues sí, quizás para él y sus congéneres, pero de que la pobreza está presente en nuestro país es el pan de todos los días. Y qué extraño que haya dicho esto el señor Aspe Armella, porque si en algo se fortalecen los políticos en sus campañas, es precisamente en las promesas a los pobres, por lo que resulta raro que tácitamente señalara que la pobreza no existía en nuestro país; que era un mito genial.
Últimamente se ha documentado que los comerciantes en pequeño serán beneficiados con recursos, así como pequeños empresarios, etcétera; y si bien se dice que también se ayudará a mucha gente que se dedica a la economía informal, tal vez ahí sea en donde la puerca tuerza el rabo, por lo complicado que se le hará a muchos de estos comerciantes informales poder comprobar a lo que se dedican y más por el temor de poder ser fiscalizados y quedar en la mira por aquello del pago de contribuciones; y aunque se diga que los más beneficiados entre los pequeños empresarios serán los que protejan su planta laboral no despidiendo a sus trabajadores, al parecer ya muchos de estos empresarios en pequeño ya les dieron las gracias a sus trabajadores al verse en la necesidad de tener que cerrar sus negocios.
Situaciones como esta de tener que despedir o descansar trabajadores sin goce de sueldo, me hizo recordar que el Ferrocarril del Pacífico, S.A. de C.V., no andaba tan mal en su Contrato Colectivo de Trabajo y en sus prevenciones particulares para cada especialidad, ya que el personal trenista y locomotorista contaba con una garantía mensual, por lo que trabajara o no, tenía un salario asegurado, así fuera un trabajador extra. Y las tripulaciones de camino la garantía mensual consistía en tener el pago asegurado de 20 viajes por mes los efectuaran o no, y si acaso en tiempos de zafra se hacían más viajes de los 20 garantizados, pues más lana para el trabajador.
Esto de la garantía mensual se supone que sí lo podrían tener las grandes empresas y compañías y obviamente que para los pequeños negocios sería difícil poder soportar el pagar una garantía mensual precisamente para casos de alguna contingencia como esta que estamos padeciendo actualmente los mexicanos.
Así que por qué no algún legislador toma la iniciativa de que en la Ley Federal del Trabajo se amplíe esta prestación para toda la clase trabajadora, porque ya se tiene contemplado en dicha ley que se les proporcione el pago de un salario mínimo durante un mes, pero esto se podría ampliar a todo el tiempo que dure el paro laboral, porque el trabajador no está faltando a sus labores por su cuenta, sino que ha sido obligado a tener que faltar.
Sea pues. Vale.
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