No mujeres, no niños, por favor

Se dice que una de las frases más famosas y que han perdurado hasta nuestro días es la que alguien pronunció en el hundimiento del trasatlántico Titanic, de “las mujeres y los niños primero”; y en algunas novelas y películas sobre las mafias, es común leer o ver y oír que “no mujeres, no niños”, esto en cuanto a no hacerles daño.

Sin embargo, en muchas de las matazones y desapariciones que han estado ocurriendo en nuestro país últimamente, es común enterarse de mujeres y niños asesinados no nada más por balas perdidas, sino en forma directa; de ahí que se diga que quienes han asesinado mujeres y niños son más chapulines que nada, claro que con respeto a los verdaderos chapulines, porque decirle así a algunas personas es señalarlos coloquialmente como “chafas”, gente sin ninguna calidad moral.

Me comenta un amigo de la adolescencia que hoy es profesor pensionado y que radica en Guadalajara, que el término “feminicidio” es una de las acepciones más recientes aceptadas por la Real Academia de la Lengua Española, ya que antes se venía utilizando más el término “femicidio”; pero la palabra feminicidio tomó mucho auge cuando se dieron a conocer los asesinatos de varias mujeres en Ciudad Juárez, sobre todo trabajadoras de las maquiladoras establecidas en esa ciudad fronteriza.

El problema es que hoy en día a la mayoría de los asesinatos de mujeres se les ha dado en denominarlos como feminicidios, aunque de acuerdo al los Códigos Penales Vigentes de las entidades del país pudieran diferir respecto a su definición en cuanto a aplicar la palabra feminicidio al asesinato de una mujer, porque no se podría llamar feminicidio si un automóvil atropella a una fémina o se le causa la muerte accidentalmente en alguna otra forma.

El pasado martes 18 en un programa de Radio Metrópoli de Notisistema.com, que se llama “Con la Ley en la mano”, y que conduce  la periodista Mercedes Altamirano, hablaba el juez Adrián Campos García, adscrito a la sala de Control de Juicio Oral, con sede en Tonalá, Jalisco, al respecto de lo que en el Código Penal Vigente para dicho estado señalaba lo referente a cómo se define en dicho código el feminicidio, aduciendo el juez Campos García que el artículo 232 define como tal a “quien prive de la vida a una mujer por razón de género”, y aquí enfatiza este juez que con esta definición queda muy ambigua la definición; y pone de ejemplo lo dicho por un jurista a nivel internacional de nombre Eugenio Raúl Zeffaroni, de origen argentino, que al referirse en una conferencia entre abogados penalistas señaló enfáticamente que “nadie mata a una mujer por ser mujer”; y añade el juez Damián Campos García, que desde luego hay sus excepciones, como en todo, ya que pudiera darse este hecho más de alguna vez, además de que
no nada más podría ser que un hombre asesine a una mujer, porque se han dado casos en que una mujer ultime a otra mujer, como en el caso de una cantante muy famosa allá por los años 90 del siglo pasado.

Y prosigue el juez de Tonalá, Jalisco, que para determinar el asesinato por razones de género, en el artículo 232 del Código Penal Vigente en Jalisco, se señala que tendrían que haber cualquiera de ciertas conductas y circunstancias en los factores para declarar un homicidio como feminicidio, ya que de acuerdo a dicho Código, tendría que haber habido algún tipo de relación, ya sea consanguínea, laboral, de profesor a alumna o viceversa, etcétera; en sí, que debieron haber tenido relación en alguna forma que los haya hecho conocerse entre sí.

Y este juez jalisciense dice también que en cuanto a feminicidio ahora está en veremos cómo se podría declarar el asesinato de un varón que haya cambiado de sexo y sus últimos días los haya vivido como mujer, pero que haya sido hombre de nacimiento.

Pero como sea, el hecho es que últimamente se ha incrementado alarmantemente el asesinato de niños y mujeres, sean denominados infanticidios y feminicidios respectivamente, el hecho es que es de lo más aberrante arrebatarles la vida a estos seres.

Ya tiene tiempo que a cada rato se documenta que encontraron el cuerpo de una mujer en una brecha, en un campo de cultivo, a la orilla de una carretera, etcétera, con huellas de tortura, golpes y de heridas de arma blanca o de bala; algo que infortunadamente ya se podría decir que es común en estos días. Y en cuanto a niños de ambos géneros, cada día se oyen y ven noticias de que fueron ultimados en fea forma y de lo más cruel. La frase del Titanic ha quedado desfasada.

Sea pues. Vale.