La dialéctica de la relación entre la economía y la política
Octavio Camelo Romero
10 de febrero de 2020
La relación entre la “Economía” y la “Política” ha sido tema de discusión por un lado, y de esclarecimiento por el otro, desde los fundadores del marxismo, pasando por los constructores del Poder Soviético, por los destructores de dicho Poder, y hasta los actuales charalillos teóricos. Nos proponemos entrar en esa discusión y esclarecimiento porque los tiempos presentes los requiere para el conocimiento científico del capitalismo contemporáneo, del capitalismo transnacional, de la mundialización o globalización del Capital Social. Para ello estructuraremos varios artículos e iniciaremos con el primero.
Vladimir Ilich Lenin dijo en varias ocasiones que: “La política es la expresión concentrada de la economía (…) La política no puede dejar de tener supremacía sobre la economía. Pensar de otro modo significa olvidar el abecé del marxismo”.
Surgen por lo menos tres interrogantes: ¿Cómo interpretar la relación entre economía y política? ¿Por qué la política es superior a la economía? Y ¿Cuál es el abecé del marxismo?
Siguiendo la interpretación dialéctico-marxista, concebimos que la “actividad política” se da, existe, dentro de un contexto histórico-concreto. Y este tejido social histórico-concreto está condicionado por la “situación económica” existente y previsible en un momento dado. La situación económica hay que entenderla primero en su sentido amplio, no solo como la producción directa de bienes y servicios, y segundo, como generada por la conjunción de factores nacionales e internacionales.
Por otra parte, concebimos que la “situación económica” actual va a impactar a la “actividad política” del momento de conformidad con, y por mediación de, el tipo y calidad de las relaciones económicas subyacentes en los procesos económicos productores de los bienes y servicios. Sin embargo, al estado histórico-concreto-actual de la “actividad política” presente, ha contribuido también la política precedente. Por lo tanto, las “relaciones económicas” constituyen el centro de atención de las “lecturas políticas” de la situación económica existente y el posible escenario de su acción transformadora.
En síntesis: La situación económica impacta a la actividad política. Las relaciones económicas se dan, existen, en y por los procesos económicos productores de bienes y servicios. Las relaciones económicas crean, producen, a la situación económica.
La actividad política existe dentro de un cierto contexto histórico concreto, el cual está condicionado por la situación económica que a la vez, ha sido producido tanto por las relaciones económicas pasadas como por la actividad política precedente. Esclarecer estas relaciones dialécticas.
En la producción de su vida material y espiritual, los humanos crean, producen las relaciones de producción. Estas relaciones de producción son el fundamento de relaciones socialmente más amplias, de las relaciones socio-económicas. Las relaciones socio-económicas crean una situación económica que impacta a la actividad política. Y la actividad política se da necesariamente dentro de un contexto histórico-concreto. Pero el contexto histórico presente fue producto del pasado, tanto del grado anterior de desarrollo de las relaciones económicas como de la actividad política precedente. Pero, la política no responde ciega ni mecánicamente a un estado histórico de tales relaciones de producción. Los intereses económico-sociales van a constituir el filtro a través del cual las relaciones económicas trascienden a la política. En fin.
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