El Estado promotor del desarrollo del presidente López Obrador
Octavio Camelo Romero
08 de enero de 2020
Una cuestión básica es saber a cuál desarrollo se refiere el Presidente López Obrador. La despreocupación de la respuesta a esta interrogante ha provocado que no pocos mexicanos piensen que México transita hacia el socialismo. Y nada más falso que eso. En su libro “Hacia una economía moral”, Andrés Manuel precisa el rumbo: “La nueva política productiva… consta de cinco acciones fundamentales: 1) apoyar la economía popular, 2) fortalecer el mercado interno, 3) impulsar proyectos para el desarrollo regional, 4) fomentar la participación de la iniciativa privada e 5) intensificar el comercio exterior y la captación de inversión extranjera.”
Está perfectamente claro que se trata de que el Estado promueva el Desarrollo del Capitalismo Mexicano, pero con ciertas características. “… lo fundamental es el bienestar en sentido amplio, no el simple crecimiento”. “…no se trata de crecer destruyendo el territorio, sino cuidando los bienes de la naturaleza (que)… pertenecen a todos”.
“En cuanto al fortalecimiento de la economía popular, ha sido prioritaria la recuperación del campo”. “… mejorar las condiciones de vida de los campesinos y fortalecer las actividades productivas…” Esta tarea requiere abandonar la concepción de que el campo mexicano no tiene viabilidad económica y por lo tanto, hay que convertir al país en mercado estratégico de los productos agroalimentarios norteamericanos. La fórmula mágica es sustituir importaciones agroalimentarias con la producción de los agroalimentos mexicanos y reconquistar la autosuficiencia alimentaria.
Una de las tareas centrales del Gobierno de AMLO es “impulsar la reactivación económica”. Esta tarea involucra una serie de acciones que van desde aumentar la capacidad de compra de las familias mexicanas hasta el otorgamiento de créditos a los mini, micro, pequeños y medianos empresarios del campo y de la ciudad, así como fortalecer el mercado interno y las exportaciones de los productos nacionales.
En cuanto a los proyectos para el desarrollo regional se ha determinado desarrollar el capitalismo en la región sureste del país. Para tales efectos se construirá el “Tren Maya” que impactará en las entidades de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas. Otro proyecto es la conexión por tierra de los océanos Pacífico y Atlántico para el traslado de mercancías. Tal proyecto implica ampliar los puertos de Salina Cruz y de Coatzacoalcos, la modernización de las vías del tren de carga de contenedores, el abastecimiento garantizado de gasolinas, diésel, gas y energía eléctrica, así como propiciar la instalación de parques industriales.
Por otra parte, se ha concertado la participación de la iniciativa privada, nacional y extranjera, en el desarrollo de México. Por eso el Presidente López Obrador agradeció la colaboración de Carlos Slim, presidente del Grupo Carso y la intermediación de Carlos Salazar y Antonio del Valle, representantes del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Mexicano de Negocios. En cuanto a la Inversión Extranjera, se captaron en los primeros seis meses del año pasado, “18,000 millones de dólares, la cifra semestral más alta de la historia”. Las exportaciones, el turismo y las remesas, han crecido. Y por si fuera poco, como país somos el principal socio comercial de Estados Unidos.
Como se ve, el Estado Mexicano promueve el desarrollo del capitalismo y no del socialismo, como algunos románticos piensan. En fin.
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