Una prueba diplomática más para México
Sergio Mejía Cano
31 de diciembre de 2019
Bueno, pues llega un nuevo año y conjuntamente para muchas personas conlleva el caudal de buenos propósitos y desde luego los buenos deseos, aunque por lo regular esto vendría siendo lo de cada año y como palabras de político: puras promesas; pero de que mucha gente considera tener un mejor desempeño para el año entrante, eso que ni qué.
En el ámbito político se oyen voces de que ojalá y al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le vaya bien sobre todo con su conflicto con Bolivia que al parecer cada día se prende más y más. Y si bien alguien dijo por ahí que cada quien se defienda como pueda y que como ni en cuenta nos toma AMLO a la mayoría de los mexicanos, aun así es menester entrar al quite de los ciudadanos en cuanto a las ofensas que recibe nuestro presidente, estemos de acuerdo o no con sus decisiones, porque lo que estaríamos defendiendo es la investidura presidencial y no a la persona en sí, pues para eso se podría pintar solo el mismo tabasqueño. Lo que pasa es que si se oyen las voces ciudadanas, el gobierno espurio que actualmente está al frente de Bolivia, se dará cuenta inmediata que los mexicanos sabemos y estamos plenamente conscientes de que quien está mal por el momento en todo lo que se refiere al affaire Bolivia-México, es precisamente la actual dirigencia boliviana porque no es un gobierno establecido democráticamente, sino que es producto de un golpe de Estado que por lo mismo, todas las decisiones que tengan sus dirigentes golpistas, moralmente carecen de valor, así estén apoyados, tal y como se afirma en algunos foros mediáticos, por el gobierno gringo, a quien claramente se ve por lo que se ha estado informado respecto a la inconformidad de que ahora el aún presidente boliviano Evo Morales esté vivito y coleando en Argentina desde donde está luchando por la emancipación de su patria.
Pero volviendo al actuar del espurio gobierno golpista en Bolivia, se ve claramente que no se entiende a sí mismo violando todo protocolo de la diplomacia poniéndose ahora hasta en contra de un país que lo podría haber ayudado mejor teniéndolo como aliado en vez de adversario, y este país es precisamente España, con quien el gobierno de facto boliviano ha abierto un frente equívoco, un paso que se podría considerar en falso por lo que podría significar tener como aliado al gobierno español y no como un conflicto más en puerta, sobre todo en cuestiones religiosas en las que se están apoyando los golpistas bolivianos, pues de todo mundo es sabido que la religión católica está en este continente precisamente por España.
Y precisamente uno de los buenos propósitos para este año que llega es que tanto AMLO como su canciller Marcelo Ebrad tengan un buen trabajo diplomático para salir de este conflicto entre ambos países, debido principalmente en que la razón está de parte de México porque el actual gobierno boliviano no está ni es legalmente constituido, y esto los demás países lo saben y lo entienden aunque traten de denostar al todavía presidente boliviano Evo Morales, cuyo mandato vence constitucionalmente de acuerdo a los estándares bolivianos hasta mediados de enero de 2020. Así que todo lo que diga el actual gobierno golpista de Bolivia podría en sí carecer de valor por no ser un gobierno legalmente constituido, por lo que todo está del lado mexicano que tendrá que ponerse las pilas y no dejarse en lo absoluto que su soberanía sea pisoteada por la bota militar que tanto ha dañado a varios de los países sudamericanos, así como de Centroamérica.
Ahora sí que ni los más acérrimos adversarios de AMLO podrían estar de acuerdo con los dimes y diretes del expresidente boliviano “Tuto Quiroga que ha catalogado al presidente mexicano como “matón” y otros adjetivos que por más en desacuerdo que esté algún mexicano con AMLO podría admitirlo; y más en el entendido tan mencionado que quien acusa tiene que comprobarlo.
Así que ahora está por verse la calidad de la diplomacia mexicana en contra del gobierno espurio de Bolivia, de esto dependerá saber de qué lado masca la iguana en cuestión de la diplomacia; porque si bien ahora con la expulsión de la Embajadora de México en Bolivia aparentemente México no ha hecho nada similar, es precisamente debido a la diplomacia que posiblemente pondrá a nuestro país nuevamente a la cabeza de los países latinoamericanos.
Sea pues. Vale.
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