Chisgarabís
Enrique Rodríguez
29 de noviembre de 2019
Ha comprobado la ciencia que Hilario Ramírez Villanueva, mucho mejor conocido con el remoquete de Layín, ex presidente municipal, durante su administración vendió el terreno donde en San Blas se ubicaba la aeropista, pero de la suma millonaria un centavo no ingresó a las arcas del ayuntamiento porteño.
Con base en documento de protocolización ante notario público, realizado por el ex presidente del Ayuntamiento de San Blas, Porfirio López Lugo, Layín ordenó a su abogado de cabecera, Mu Rivera, hiciera la venta de 45 mil metros cuadrados (cuatro y media hectáreas) en 12 millones de pesos, cuando el valor real de la superficie aeroportuaria era de 38 millones de pesos contantes y sonantes.
La venta, según funcionario municipal de aquel entonces, fue irregular, habida cuenta que Layín manejó los documentos notariales como si fueran títulos de propiedad, no lo son, por tanto el supuesto origen de la propiedad no tiene fundamento jurídico.
En este enjuague, afirman, también tiene metidas las manos el licenciado Alonso González López, notario público, personaje cercano al exgobernador de Nayarit, Ney Manuel González Sánchez.
Pese a existir denuncia penal en su contra, Layín muy campante se mueve por territorio estatal. Trae amparo judicial bajo el brazo, ni quien se le acerque.
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