Golpe de Estado fallido contra el presidente López Obrador

En un Golpe de Estado “suave”, el objetivo es “sacar” por la vía política al Titular del Poder Ejecutivo para en su lugar imponer a un “monigote” de la derecha y ultraderecha americana; esta derecha se encuentra en USA, CANADÁ, MÉXICO y el resto de LATINOAMÉRICA. Y de conformidad con las condiciones del país, se van tejiendo determinadas y ciertas estrategias y tácticas. Desde luego que el Presidente tiene la facultad y capacidad para defenderse.

Pues bien. En el caso del Presidente López Obrador, dicho sea de paso, que no es ningún improvisado, ningún maniatado, con mucha experiencia política, se ha puesto de manifiesto su capacidad para sortear, evadir y erradicar todas las estrategias golpistas en su contra. Sin embargo, la derecha americana persiste en su intento de “destituir” a Andrés Manuel López Obrador de la Presidencia de la República. Y nada mejor que “hacerlo aparecer” ante la comunidad nacional e internacional como cabeza de un “Estado de Derecho Fallido”.

Con ese propósito se instrumentó todo el “Circo” de Culiacán. Había que enfrentar al Estado Mexicano al cartel de Sinaloa. Y nada mejor que tomar preso a uno de los hijos del Chapo Guzmán y provocar el enfrentamiento con el brazo armado del cartel. Para tal propósito había que trasladar al “preso” a un lugar conocido por todos y esperar la reacción violenta y sanguinaria del cartel. Esta situación no se hizo esperar. Dicen que varios comandos armados del cartel se distribuyeron por la ciudad, bien pertrechados, con armas de gruesísimo calibre, y que además de rodear el edificio dónde tenían al hijo del Chapo, tomaron una cárcel y derrumbaron una de sus bardas, por donde se fugaron varios presos, que tomaron la colonia donde viven las familias de los militares, que tomaron varias colonias y la ciudad entera de Culiacán, que incendiaron varios vehículos, que tomaron los accesos a la capital de la entidad y que, numérica y armamentísticamente, los del cartel eran más y superiores a los militares.

Llamó mucho la atención que el Gabinete de Seguridad Nacional estuviera hasta cierto punto ausente de los acontecimientos. Se encontraba en la capital del país y desde las primeras declaraciones dijeron que los “responsables del operativo” no habían “calculado” la capacidad de respuesta del cartel de Sinaloa. Se antoja pensar que estaba bien calculada y que se esperaba una masacre de la población para justificar la salida del Presidente López Obrador. Sin embargo, cuando el Gabinete en pleno se traslada a la ciudad de Culiacán, ya habían acontecido “desmanes” y enfrentamientos, incluso, se dice, que hasta uno de los helicópteros de la Fuerza Armada o del Ejercito, fue alcanzado por un proyectil del cartel, motivo por el cual se retiraron los demás. Ante el Estado de Hecho, el Gabinete de Seguridad Nacional valora la situación y desde luego, con la anuencia del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, toma la decisión de liberar al hijo del Chapo. Con este acuerdo, se viene la campaña nacional e internacional, de linchamiento de AMLO. Lo menos que le dicen es que el cartel de Sinaloa lo arrodilló, lo humilló. Y luego subiendo de tono le dicen que el Estado de Derecho en México es un Estado Fallido. Y finalmente le piden que “RENUNCIE” a la Presidencia de la República.

El Presidente López Obrador pudo desactivar a tiempo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación del papel asignado por la derecha y ultraderecha americana de ser instrumento latinoamericano para legitimar los Golpes de Estado Suaves. Situación que han utilizado en Honduras, Ecuador, Argentina, Brasil, etc. Sin embargo, el Golpe de Estado Fallido requiere que se haga una limpia del aparato del Estado que, a todas luces, está infestado de gente de derecha enemiga de la 4T y traidora a la Patria. Desde luego que entre ellos están los involucrados en este último boicot. ¿Quiénes son? En fin.