Actos vandálicos con mano negra detrás

Es indudable que los actos vandálicos que se dan en la mayoría de las marchas, ya sea de protesta o de apoyo a algo o a alguien o a determinada decisión política, no nada más en la capital del país sino también en la de Nayarit tienen un fin y un propósito por demás injustificable porque está visto que lo único que se pretende es desvirtuar estos movimientos sean con buenas intenciones o no.

Bien se dice que para todo hay gente; sin embargo, ¿a quién favorece en realidad el que se pinten fachadas de edificios, destrucción de aparadores, puertas y ventanas y hasta incendiar negocios? Es obvio que podría no ser nada más por iniciativa de los que participan en estos actos de destrucción, sino que tal vez haya mano negra en todo esto con el fin de desestabilizar dichas marchas y plantones de protesta o por lo que sea. Pero el problema también radica en estas personas que se prestan para pintar, destruir y hasta hacer daño a otras personas; está bien que con la crisis económica que padece nuestra depauperada Nación haya gente que se preste mediante un pago económico para ir a hacer desmadre como sea, pero esto podría ser también una consecuencia de que se haya erradicado del cuadro básico de educación y enseñanza la materia de civismo, porque si bien y como se dice que de todos modos habrá quien se preste a efectuar actos vandálicos, de no haberse quitado la enseñanza del civismo habría menos gente dispuesta a desbaratar o incendiar una puerta antigua o pensar a fondo cuando alguien le diga que se le va a pagar si se infiltra en una marcha ya sea para golpear a los manifestantes o romper cristales para que se les eche la culpa a los marchistas, porque si lo piensa y deduce que esto no conviene a sus principios y educación que le dieron sus padres, pues no lo haría; pero esto podría ser ahora un sueño guajiro o una utopía desde luego, porque como se dice, de todos modos siempre habrá quien acate mediante una lana lo que se le indique que haga.

Ahora se dice que se va a investigar y castigar a los que han estado cometiendo últimamente estos actos vandálicos; esto se dijo desde que se pintó el monumento a la Independencia y otros inmuebles, y desde luego posterior a la marcha de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa aún desparecidos; sin embargo, ahora con la marcha de las mujeres a favor de despenalizar el aborto, de nueva cuenta se volvieron a dar estos actos descalificables de pintas y hasta tratar de incendiar la entrada a la Catedral Metropolitana. Entonces, si se dijo que se investigaría por qué no se hizo nada al respecto en esta reciente marcha de las mujeres de la fuerza verde o algo así siendo que se ha documentado que había policías presentes y que no hicieron absolutamente nada para impedir que gente encapuchada hiciera de las suyas. ¿Por qué las mismas marchistas, que no estaban encapuchadas por cierto, no encapsularon a las otras personas encapuchadas que estaban haciendo pintas y destrozos? Es decir, separarse y dejarlos a la vista y ahí sí que interviniera la policía y detenerlos infraganti, igual como cuando detienen a quien se está orinando en una jardinera, árbol o jardín. Justificación para detener a los encapuchados la hay porque están haciendo cosas indebidas y peor que estarse orinando en la calle, ya que la gente encapuchada está cometiendo peores cosas que faltas a la moral y las buenas costumbres. Pero no, las marchistas permitieron que gente extraña se infiltrara entre sus filas y ahora se les echa la culpa a ellas, a las marchistas de buena fe, de que fueron quienes se manifestaban a favor del aborto quienes cometieron el vandalismo.

Se documentó al menos una vez que cuando el Partido de la Revolución Democrática (PRD) aún era un partido honesto, allá como en los años 80 del siglo pasado, al ir en una marcha frente al Palacio de Gobierno, unos individuos pretendía quemar la puerta del Palacio Nacional, pero los militantes del PRD se apartaron de inmediato dejando solos a los incendiarios que, al verse apartados de los demás marchistas de inmediato emprendieron la fuga, por lo que dejaron de manifiesto que no pertenecían a la marcha en sí.

Es obvio que el sistema a seguir para que la opinión pública le eche la culpa a quienes marchan defendiendo sus ideales, los vandálicos se disfrazan, como pintar el 43 y con las mujeres vestirse de verde; igual los delincuentes gritan consignas referentes a la marcha en cuestión para que los testigos piensen que son parte de la marcha.

Sea pues. Vale.