La crisis política del PAN amenaza con llevarlo a la tumba
Octavio Camelo Romero
26 de Septiembre de 2019
Aunque parezca grotesco, han salido a relucir las grandes divergencias entre dos corrientes fundamentales del Partido Acción Nacional. Sin menos precio de ninguna, una corriente está representada por los “doctrinarios” y la otra, por los “prácticos”. Desde luego que los doctrinarios se dicen desplazados por los prácticos, quienes desde el periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari coincidieron políticamente con el PRI-neoliberal y pasaron a una santa alianza bautizada con el nombre de PRIAN, que con Peña Nieto se amplió al PRD para formar el Pacto por México. En el grupo de los “prácticos” se localizan los dos expresidentes panistas, Fox y Calderón, quienes siguieron al pie de la letra los lineamientos que el Fondo Monetario Internacional les dictó, al igual que lo hizo con los del PRI. Sin embargo, los integrantes político-económicos del PRIAN devenido a PRIANRD con la llegada del PRD, se significaron por realizar los grandes negocios a la sombra del Poder Público. Empero, los “doctrinarios” han hecho su reclamo contundente en este proceso de elección de los órganos de dirección nacional del PAN y han denunciado las traiciones que los “prácticos” han hecho a la ideología y a los valores del partido.
El conglomerado del PRIANRD no es nada más político, hay también sus vínculos con el sector empresarial y financiero, nacional y extranjero. Y por sus intereses, tienden más a la usanza neoliberal que a la liberal-democrática, que aunque ambas son capitalistas, la segunda es de tipo keynesiano, es la del Estado del Bienestar, mientras que la primera, es la que está guiada por el mercado. No obstante, junto con los “doctrinarios” del PAN, constituyen a la derecha y a la ultraderecha, las cuales pretenden darle un golpe de Estado blando al Presidente López Obrador. Sin embargo, hasta el momento 8 de cada 10 mexicanos están del lado de AMLO. Más no obstante eso, el PAN está creando las condiciones de la ingobernabilidad y los acercamientos con los agentes externos, para llegado el momento, pedir la solidaridad internacional para la exigencia de la salida de Andrés Manuel de la Presidencia. Ya lo dijo su dirigente nacional, Marko Cortés, ante representantes de Venezuela, Colombia, Costa Rica, República Checa, República Dominicana y de la Organización Demócrata Cristiana de América, “entre todos, los mexicanos por delante, pero con nuestros hermanos de América, de Europa y de cualquier parte del mundo, podamos caminar para cuidar México”. Igualmente afirmó que, lo que está pasando en México es el síntoma perfecto de una dictadura en camino, y denunció las acciones realizadas por el gobierno federal para tratar de controlar a los Poderes y debilitar a las Instituciones del Estado y los organismos autónomos.
Frente al peligro de su desaparición, el Partido Acción Nacional busca una alternativa a su desgracia. Viven tiempos difíciles. Vacíos de todos los valores que enarbolaron desde su fundación, enfrentan el rechazo popular que construyeron durante 12 años de gobierno de la República, en los cuales mostraron que están imposibilitados para gobernar este país. La gente en México sabe que Acción Nacional y los neoliberales del PRI arrastraron a la mayoría de los mexicanos a la pobreza indignante y a la violencia lacerante, convertida ésta en el horror más grande de la historia mexicana. Por eso, todo el descrédito recae sobre Acción Nacional. De ahí que el Partido no tiene salida a su crisis que parece ser mortal de necesidad. El panismo actual está carente de liderazgos y navega sin principios; su lucha es sólo por los beneficios económicos que a la sombra del Poder Público puedan obtener. Este es el nuevo PAN, en el mejor de los escenarios. En fin.
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