Una economía mixta bien administrada
Sergio Mejía Cano
26 de Septiembre de 2019
La Cámara de Diputados aprobó la ley en contra de la condonación de impuestos, y ahora falta esperar qué dice el Senado de la República, aunque se dice que no habrá objeción para aprobarla plenamente. Y qué bien que se hayan enfocado las baterías en este asunto que tanto ha sangrado las arcas nacionales, y para que ya no seamos nada más los causantes cautivos quienes llevemos la carga de mantener al país sino también a los que estaban exentos de pagar impuestos por palancas, influencias o con el pretexto de generar empleos.
Luis Echeverría Álvarez siendo Presidente de la República (1970-1976) le dio por nacionalizar varias empresas por lo que se incomodó el Sector Empresarial y al parecer no lo han perdonado, y desde luego los gringos tampoco por haber seguido una política de estatizar lo que se pudiera, que de bien a bien no prosperó esta política como se esperaba o más bien, como la esperaba el mismo Echeverría Álvarez y su equipo.
Muchos de los que nacimos en la década de los años 50 del siglo pasado, crecimos influenciados por el triunfo de la Revolución Cubana, por el liderazgo de Mao Tsé Tung, de Fidel Castro Rus y Ernesto (Che) Guevara, así como de Ho Chi Minh; y porque en la década siguiente circulaba mucha literatura entre los estudiantes de la secundaria de Karl Marx, Federico Engels, Lenin, Lobsang Rampa ( que después se supo era chapulín), Nietzsche, Carlos Castaneda, Gibrán Khalil y un sinfín de literatura que, a mucho de aquellos jóvenes de aquella época se nos formó una idea de que era mejor que el Gobierno Mexicano estatizara todo y que no hubiera Iniciativa Privada (IP) ni grandes emporios empresariales, sino que todo le perteneciera al Estado bajo una estricta supervisión; sin embargo, una maestra de segundo de secundaria que nos daba clases de Español nos bajó de la nube diciéndonos que en cierta forma la IP era necesaria para el desarrollo de un país debido a sus inversiones conjuntamente con el Poder Público, como la economía mixta, pero que obligara a la IP a pagar sus impuestos y que desde luego cumplieran con las leyes laborales mexicanas. Y nos puso como ejemplo que estatizar podría no ser la solución recordándonos la empresa Servicios y Transportes, líneas de camiones del transporte urbano que administraba el estado de Jalisco y que era un rotundo fracaso por falta de revisión constante, sobre todo en el mantenimiento de las unidades que una vez que entraban al taller se les encontraban infinidad de fallas que a veces salía más cara la compostura que adquirir unidades nuevas.
En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando dio visos de que comenzaba a privatizar todo lo que se pudiera, lo comentábamos algunos camaradas y un servidor diciendo que estaba mal; sin embargo, un compañero ferroviario ya anciano, comentó algo similar a aquella maestra de español de la secundaria: que estaría bien la privatización pero siempre y cuando se obligara a las empresas privatizadas a pagar sus impuestos tal y como debería de ser, aunque eso al parecer sería un sueño guajiro. Sin embargo, nos puso como ejemplo a los Estados Unidos de Norteamérica, en donde sí se pagaban impuestos y si bien como en todo el mundo estaba el fantasma de la corrupción, y por lo mismo también con los gringos había evasores de impuestos, pero la mayoría o todas las grandes corporaciones, así como los ciudadanos de a pie pagaban religiosamente sus impuestos, de ahí que las finanzas del gobierno gringo estuvieran fortalecidas y no como aquí que gran parte de los dineros de los impuestos iban a parar a los bolsillos de políticos y funcionarios de todo tipo.
Y también vaticinó ese compañero ferroviario que al privatizar en México varias empresas y compañías antes consideradas estratégicas como los ferrocarriles por ejemplo, las arcas nacionales permanecerían más famélicas, porque todo el dinero que cayó a los bolsillos de Carlos Slim al adueñarse de Telmex, debió haber llegado a las arcas de la Nación; igual que con todas las compañías privatizadas cuyas ganancias van a parar a manos de la IP tanto nacional como extranjera, las finanzas del país se tienen que adelgazar por fuerza por lo que al perder este poder queda supeditado a los consorcios empresariales, de ahí que México haya caído en manos de expertos económicos que queda claro, llevaron a nuestro país a la debacle financiera, por lo que creció la crisis económica y hubo más empobrecimiento porque la riqueza ha quedado en unas cuantas manos y nada más.
Sea pues. Vale.
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