Podría ser contraproducente recibir un permiso para taxi
Sergio Mejía Cano
25 de Septiembre de 2019
Por lo visto sigue habiendo taxistas disgustados por tanta competencia, pero no nada más con la entrada del servicio denominado UBER, sino porque se siguen otorgando permisos para este tipo de transporte no nada más a trabajadores del volante que ya consideran tener derecho a obtener un permiso de taxi, sino a personas totalmente ajenas a este servicio.
Abordo un taxi y en un crucero pasa un taxi con un número arriba del 5 mil, por lo que le digo al taxista que si no iban a circular nada más 5 mil taxis en la capital nayarita, a lo que me responde el trabajador del volante que nada de eso, porque se han seguido dando permisos a diestra y siniestra y lo que es peor, a gente que no tiene nada que ver con este tipo de transporte y que ya tiene tiempo que se han otorgado varios permisos y por lo mismo, muchos de sus compañeros que estaban en cierta forma esperanzados, ahora están más que desilusionados debido a que no se les ha tomado en cuenta.
Al preguntarle al taxista el porqué en cierta forma estaban esperanzados, me contesta que se había dicho que supuestamente no se iban a dar permisos para taxi hasta más o menos el año 2024 porque el anterior gobernador había dicho esto, pero al parecer no fue cierto.
Le digo que sí me enteré que se había informado en los medios allá como por el 2014 que el entonces gobernador Roberto Sandoval Castañeda había enviado una iniciativa de ley para que en al menos diez años ya no se dieran permisos de taxi por estar Tepic muy saturado de este tipo de servicio, pero que al parecer no se aprobó dicha iniciativa de ley o tal vez fue de dientes para afuera para calmar los ánimos de los que muy ilusionados estaban esperando que les llegara a tocar algún permiso; pero si en esta actual administración se han seguido dando permisos es porque no hubo ninguna ley al respecto que se haya aprobado, porque si no, no estuvieran dando esos permisos, así que esto se podría tomar como una mentira más del entonces gobernador Sandoval Castañeda.
Le hago ver al taxista que de todos modos así haya más de cinco mil taxis rodando por las calles de la capital nayarita, y aparte el servicio de UBER, hay momentos en que no se puede conseguir un taxi ni para remedio y menos cuando está lloviendo, ya que hasta en los números telefónicos de las centrales de taxi al parecer descuelgan los teléfonos porque en cuanto empieza la lluvia ya marcan ocupados o nadie contesta. Así que ojalá y les digan a los nuevos permisionarios que se comprometan a dar servicio y no nada más para presumir que ya tienen un permiso de taxi.
Y a propósito de permisos para taxi, es probable que en ocasiones sea contraproducente para quien lo haya recibido, pues por lo regular se le dice que tiene que comprar un automóvil nuevo, si no del año, con un mínimo de tres o cuatro años de uso, luego tener que pintarlo y ponerle la cachimba, números y desembolsar en todo el papeleo que podría significar darlo de alta, registrarlo, etcétera; gastos que en cierta forma varias de las personas a las que se les dio un permiso para taxi no tiene para desembolsar de inmediato o en su caso estar en el llamado “buró de crédito” y por eso no le dan crédito en las agencias vendedoras de automóviles o nadie les quiera fiar en forma particular, por lo que para mucha gente el recibir un permiso para taxi podría significar más una maldición que un beneficio.
Tanto el taxista como un servidor recordamos aquel momento en que para darle en la torre a las protestas de los taxistas en el sexenio del papá del actual gobernador, incitó a la ciudadanía que con sus carros particulares la hicieran de taxis para no paralizar a la población que requería de este servicio; y después despertó una oscura organización: la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) que allá por los años 30 del siglo pasado estuvo bajo el mando del también oscuro personaje Luis N. Morones, organización ya casi desaparecida pero que aquí en Tepic repuntó o sirvió de pretexto para otorgar permisos de taxi, combis, camionetas para carga liviana y se decía también que se tenía contemplado un servicio híbrido de taxi-carga, es decir, camionetas de doble cabina y caja para carga, pero al parecer este último proyecto no funcionó, igual que las camionetas para el servicio de carga liviana, pues casi no se les vio circular, pero el caso es que mucha gente se benefició con estos permisos que se otorgaron en aquel sexenio de 1999 al 2005. Y no se les dieron permisos precisamente a taxistas.
Sea pues. Vale.
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