Ninguna condolencia por el dolor ajeno
Sergio Mejía Cano
27 de Mayo de 2019
Si hay algo que nos conste a gran parte de la población, sobre todo a quienes tenemos servicio de seguridad social, es que tenemos muy presente la falta de medicamentos que ha habido desde siempre en hospitales y clínicas del Sector Salud; así que ya no se diga a los ciudadanos que no cuentan con servicio de médico y medicinas, y aun a los que fueron afiliados al Seguro Popular que, desde sus inicios dio muestras de haber nacido muerto; aunque desde luego y como se dice vulgarmente, peor es nada.
Y obviamente no nada más se está consciente de todas estas carencias, sino del tiempo que se requiere para poder ser atendido, así como el enorme plazo que se le da a los pacientes para poder tener una cita con algún especialista, pues estas se alargan hasta por dos o tres meses, si no es que hasta más tiempo para poder llegar con ese especialista.
Hay muchas personas que se quejan del Sector Salud así cuenten con alguno de los servicios que se ofrecen, pero como han comentado nuestros ancestros respecto al IMSS o al ISSSTE: más vale tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo, porque en determinado momento al menos como paliativo pudiera servir, ya que la mayoría de las veces ocurre que por más síntomas de enfermedad que tengamos, por lo regular a mucha gente le pasa que en cuanto llega a una clínica de servicio médico, como por arte de magia esos síntomas comienzan a desvanecerse de tal manera que cuando se está frente al médico –cuando bien le va a uno- ya ni temperatura hay; insisto, por lo regular, no siempre, porque cuando hay una severa infección para el organismo no existe manera de que sea imaginario o por padecer hipocondría o algo así.
Pero ¿por qué si desde siempre, al menos para las dos o tres generaciones existentes hoy en día, la falta de medicamentos, camas, material quirúrgico, personal médico, etcétera, es un hecho, por qué hasta ahora se está haciendo tanto ruido mediático al respecto? Y no nada más esto ha resaltado por el momento, pues la falta de pago al personal médico también ya tiene tiempo que sucede, pues han sido constantes las marchas y plantones de protestas por este motivo y hasta por la falta de plazas tanto de enfermeras como médicos; entonces, ¿por qué hay quienes le quieren dar el enfoque de que esto es consecuencia de la actual administración y no una herencia de sexenios anteriores?
Si el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha reconocido que se gastaron miles de millones de pesos en medicamentos y estos no llegaron a los centros de Salud; y ahora en su reciente visita a Guanajuato reafirmó una vez más que el año pasado se gastaron 90 millones de pesos en medicamentos y estos no llegaron a su destino final. Entonces lo menos que debería de hacer la Presidencia de la República es presentar una queja y querella de inmediato ante la Fiscalía General de la República para que ésta se aboque a investigar qué pasó con ese dinero o posibles medicamentos que jamás llegaron a su destino, porque de que dejaron huella, la tuvieron que dejar, porque 90 mil millones de pesos no se esfuman en el aire tan fácilmente, por lo que todo lo que queda es seguir el hilo de la madeja; pero todo es que se quiera hacer, ya que descubriendo quién provocó el desabasto de medicamentos a pesar de estar ya supuestamente comprados y pagados, y apresando y llevando ante la justicia a ese quién, pues obviamente que se callaría la boca a los detractores que ahora están tratando de llevar agua a su molino para denostar a la actual administración que a pesar de apenas tener poco más de cinco meses de haber entrado en funciones y ya le quieren cargar todos los males y embates que la población ha sufrido a lo largo de 36 años o más.
No por nada uno de los puestos más codiciados en cualquier empresa o negocio es el de comprador o dirigir el departamento de compras. Lo que sí no se vale es que se haya especulado con la salud de los mexicanos durante tanto tiempo al no surtir con los medicamentos adecuados al Sector Salud que, al igual que el de Educación, desde siempre han sido los más vapuleados, porque cuando hay necesidad de hacer recortes presupuestales, en quien se piensa de inmediato es en estos sectores: Salud y Educación, y ahí háganse bolas, habría de haber dicho quien no tuvo el corazón para pensar en la salud de la población mexicana o que tal vez aplicó aquello de que “si algo sobra en el mundo, es gente”; porque de que los hay, los hay que no se conduelen del dolor ajeno.
Sea pues. Vale.
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