Morir lo anterior y nacer lo nuevo
Sergio Mejía Cano
13 de Mayo de 2019
Indudablemente que al Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le va como al cohetero tanto con sus detractores como sus adversarios: si prende le chiflan y si se le ceba, también. Tal parece que no hay manera de darle gusto a cierto sector de la sociedad que aún no alcanza a entender esto de la transición y de que el antiguo régimen todavía no acaba de morir y el nuevo gobierno no acaba de nacer.
Obviamente que por lo que se ve y se escucha cotidianamente, hay personas que no pueden comprender aún cómo un Jefe del Ejecutivo se roce con la gente y prácticamente se ponga al tú por tú con los periodistas en sus conferencias de prensa que ofrece todos los días a temprana hora ni que haya roto con todos los esquemas de protocolo anteriores en que un Presidente del País era inalcanzable y que era impensable lanzarle preguntas de frente a menos que dicha pregunta, cuando había ocasión de poder preguntarle algo en conferencias en donde los reporteros y periodistas eran escogidos a modo, ya estuviera revisada de antemano para no incomodar al presidente en turno.
Así que por lo mismo, se podría decir que si antes un Presidente de la República era cuestionado y monitoreado por la población dolida al ver que su estatus de vida iba cambiando negativamente, ahora este presidente actual está siendo monitoreado y cuestionado por gente pudiente y que por lo mismo tiene y cuenta con los medios económicos suficientes para hacerle la vida más cansada; porque si bien los anteriores presidentes del país eran cuestionados principalmente por las clases más necesitadas y pensadores de izquierda, no contaban con los recursos necesarios para hacerse oír más allá de nuestras fronteras, y desde luego poniendo en práctica la famosa frase atribuida a Carlos Salinas de Gortari al referirse a los antiguos perredistas que tanto lo cuestionaron durante su sexenio al decir abiertamente que ni los oía ni los veía; “ni los veo ni los oigo”, por lo que dio a entender que para nada hacía caso a los reclamos de un buen sector de la población que siempre ha clamado justicia, empleos y bienestar para
ellos y sus familias.
Cuando AMLO se refirió a los periodistas que lo atacan que se atuvieran a lo que otros periodistas les señalaran, de inmediato se le atribuyó a él como un ataque a la libertad de expresión, siendo que hoy en día, igual que como antaño, este presidente tiene defensores a ultranza que en cuanto alguien dice algo mal de AMLO se toman la libertad por mutuo propio de hacer señalamientos en contra de quienes opinaron mal del presidente; pero en esto qué culpa podría tener el propio AMLO. Sin embargo, no faltaron voces de la llamada prensa fifí que trataron de hacer pensar a parte de la opinión pública de que estos defensores del actual presidente eran sus propias huestes de elementos ordenándoles atacar a sus detractores, algo que no tiene ningún sustento sino que ha quedado claro que es puro rumor.
Y ahora con el asunto de la futura refinería en Dos Bocas, en el estado de Tabasco, en que parte de la Iniciativa Privada (IP) se ha lanzado en contra de AMLO tachándolo de incongruente al decir que esta refinería, al no habérsele otorgado la concesión a ninguna constructora en particular, la hará el Estado con sus propios recursos tanto humanos como económicos; los reclamos de esa parte de la IP no hicieron esperar, aduciendo que es un error, que saldrá más caro que si la construcción se la licitaran a la IP y una enorme cascada de epítetos por parte de quienes se inconformaron con esta decisión de que será el propio gobierno federal quien se encargará de que la refinería en Dos Bocas sea una realidad.
En un programa de radio denominado “Política en Directo” y que se trasmite por “Radio Metrópoli” en la estación 1150 de AM, habló un académico de nombre Esteban Mario Garaiz Izarra, quien dijo que no hay ninguna ley que obligue al Estado Mexicano a tener que licitar ninguna obra pública, añadiendo entre otras cosas, que de 1934 a 1982, que fue cuando nuestra Nación repuntó más estructuralmente, todas las obras habidas y por haber las había construido el Estado Mexicano sin ninguna intervención de la IP, y que al le constaba fehacientemente porque durante su juventud y vida activa, también fungió como servidor público en varias dependencias del Gobierno Federal, por lo que añadió que AMLO no está equivocado cuando afirma que la refinería en cuestión la construirá el Estado Mexicano sin intervención de la IP.
Sea pues. Vale.
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