Un claro y vil retroceso cultural
Sergio Mejía Cano
10 de Mayo de 2019
Este jueves 09 de mayo aparece en varios portales locales de internet la noticia de que el Congreso Estatal de Nayarit aprobó las corridas de toros, las peleas de gallo, la charrería y hasta adiestramiento de equinos. Desde luego que las críticas a esto no se hicieron esperan en gran parte de la población en que la mayoría considera esta medida como retrógrada y un vil retroceso en el respeto hacia otras especies.
El pretexto para esta aprobación es muy débil pues se considera a esto como una tradición nacional, y hay quienes le llaman deporte; pero lo más ridículo es que se le atañe a todo lo que significa el asesinato de toros y lastimar a los caballos y hacer enfrentar a los gallos como una tradición cultural. ¿Qué o cuál cultura podría tener el burlarse de otras especies, sacrificarlas de tal manera con el único fin de la dizque diversión de unos cuantos?
Y en cuanto a que se consideren como tradiciones “muy mexicanas”, ¿qué acaso todo esto no es producto de una cruel invasión y dominación española? Aquí en esta parte del continente no había equinos, toros ni gallos, entonces claramente no se podría llamar esto como una tradición o deporte nacional, y menos porque hay seres que pierden la vida o en el menor de los casos, salen lastimados como en la charrería, porque es poco probable que no les duela a las vaquillas, becerros, potrillos y potrancas cuando caen al suelo y son arrastrados cuando los lazan ya sea del cuello o las patas o con el simple jalón de las riendas en el hocico de los pobres equinos, el encaje de las espuelas y el tener que girar o detenerse bruscamente; desde luego que todo esto les tiene que doler de fea manera.
Pero lo más aberrante en sí son las corridas de toros porque lo martirizan cruelmente haciendo sufrir a la res enormemente, porque no son de hule o plástico para creer que no les duele cualquier tipo de puya en su cuerpo; desde luego que alguien saldrá con el sobado cuento de que a los toros los matan peor en los rastros, cosa que también depende del ser humano. Y si alguien no considera esto como un vil martirio, que recuerde si acaso alguna vez se ha cortado levemente un dedo o al rasurarse o simplemente cuando ha sufrido una caída por un tropezón, y que piense que una leve cortada o raspón sí duele, así que cómo no le va a doler a un toro el piquete de la lanza, las banderillas y obviamente la estocada; Y además desquiciar su mente haciéndolo atacar el aire tras el capote. Pero esto no es todo, ya que varios analistas han coincidido en que aparte de que al toro no le dicen que lo van a matar, en muchas de las ocasiones lo preparan para que haga el menor daño posible al torero, al caballo del picador y a éste mismo, así como a los capoteros asistentes y monosabios, golpeándolos antes de la corrida con sacos de arena en la región de los pulmones, no dándoles agua, y se ha dicho que hasta les rellenan el hocico con estopas para que se fatiguen más pronto; y hay quienes han dicho y afirmado, que a algunos toros les cortan las puntas de las astas, algo que es muy doloroso y más porque como son puntas nerviosas, muchas de las veces al momento de tocar el capote les duele bastante. Aunque un pariente me dice constantemente que en la punta de los cuernos no hay terminales nerviosas, que es como cuando uno se corta las uñas que no duele al cortar ese excedente de la uña y que los cuernos de las reces vienen a ser algo parecido; sin embargo, hay otras personas que señalan fehacientemente que los cuernos de los toros tienes terminales nerviosas hasta la última punta.
Pero bueno, estos diputados que votaron a favor de la aprobación de esta aberración humana, como supuestos representantes populares que son, ¿acaso preguntaros a sus representados si estaban de acuerdo en la decisión de su voto? Porque estos diputados en su calidad de representantes populares, si bien se les otorgó la confianza de ser representantes, no se les dio un cheque en blanco para que votaran de acuerdo a sus propias convicciones, creencias o por hacerle caso a un dedo o por amistad, compadrazgo o para seguir en la brega política.
Así que estos diputados que aprobaron que siga este atraso cultural en el estado de Nayarit, debieron de haber hecho saber en sus distritos lo que se estaba gestando en el Congreso Estatal y preguntar a sus representados en qué sentido emitiera su voto.
Así que un buen gesto democrático sería que los diputados, fueran a sus distritos para que vean si les aplauden o los apedrean.
Sea pues. Vale.
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