El miedo y el pánico son instrumentos de dominación de la derecha
Octavio Camelo Romero
14 de Abril de 2019
La derecha a través de su aparato de Estado y de sus instituciones de ideologización, intimida a las familias con enemigos abstractos inventados, según sea el caso, con un doble propósito, mantener a la sociedad enajenada y a la vez, dominada. El terrorismo que hace la derecha para mantener su dominio es una vieja práctica que se viene arrastrando desde hace tiempo. Se usó en el pasado por el gobierno de Estados Unidos para invadir el medio oriente y apropiarse del petróleo, y recientemente se está usando contra el gobierno de Venezuela con el mismo propósito. También se han usado en las campañas electorales en la Unión Americana.
De la misma forma en México desde hace un tiempo atrás se le ha estado haciendo una campaña de terror a Andrés Manuel López Obrador. Al principio se dijo que él era un peligro para México. Y ahora que ya es Presidente Constitucional de la República se dice que su proyecto de nación va a fracasar porque está repartiendo el dinero entre los necesitados y la inversión privada se vino abajo, que no hay crecimiento del capitalismo en México. Y no falta algún trasnochado que diga que vamos directos a “socialismo”. Lo cierto es AMLO no atenta contra el sagrado principio de la propiedad privada capitalista. Busca culpables en las profundas aguas del imperialismo, y le echa la culpa a la “corrupción”. Pero no hace mención del sistema capitalista como causante de la contradicción entre la opulencia e indigencia, entre la concentración de la riqueza en pocas manos y la popularización de la miseria.
AMLO no atenta contra el capitalismo, ni usará alguna medida radical para terminar con las desigualdades sociales. Y la solución al problema del desempleo y de la desigualdad social es simple: se combatirá a la corrupción que finalmente es un producto del neoliberalismo. Pero de esta falacia surge una paradoja, se requerirá más inversión para abrir más puestos de trabajo y además una mayor tecnificación para poder competir en el mercado mundial, lo cual es equivalente a decir que se requerirá desarrollar más al capitalismo y, con ello se agudizarán más la contradicciones del sistema. O sea, no se plantea una solución real al problema del desempleo y la desigualdad social.
En México en el pasado, la gobernabilidad autoritaria que caracterizó al régimen presidencialista estaba sustentada en tres pilares: el presidente de la República, un partido hegemónico y la interacción de reglas formales y normas no escritas. A consecuencia de las políticas públicas represivas y antipopulares dichos pilares fueron debilitados sin que se generara una institucionalidad alternativa sustentada en nuevos ejes para una gobernabilidad democrática. En el fondo este es el objetivo político de AMLO, aunque la democracia andrésmanuellopézobradorista no llega a plantear un nuevo orden socio-económico alterno al capitalismo. En fin.
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