Ley de Cambio Climático
Marco Vinicio Jaime
07 de Abril de 2019
Los efectos del cambio climático se resienten con cada vez mayor fuerza, como resultado del considerable deterioro infringido al medio ambiente: incremento atípico de la temperatura, de ciclones, huracanes, sequías y en su lado extremo, fríos intensos y de comportamiento drástico. La destrucción indiscriminada de ecosistemas en toda latitud del planeta ha generado condiciones hostiles de contaminación e impactos dañinos en el propio desenvolvimiento social, que dificulta ya sobremanera la actividad productiva en materia alimentaria, de resguardo patrimonial, de salud y hasta de pervivencia de la humanidad misma.
No por nada, instituciones y organismos de índole local, nacional e internacional, tanto gubernamentales como expertos en el estudio y diseño de estrategias para contrarrestar el fenómeno, mantienen un creciente nivel de alerta a fin de enriquecer y adaptar la lucha que por el momento no parece estarse ganando ante una lamentable actitud, por otro lado, de poderosos actores que a su vez no ven más beneficio que el suyo, a costa de la depredación ambiental y el usufructo inicuo y tóxico de los recursos naturales en nombre de un mal llamado progreso, adelanto tecnológico y cobertura de las demandas poblacionales.
Por ello, sumarse a esta lucha desde cualquier trinchera posible, requiere valor, esfuerzo y dedicación, fincados así mismo en pleno conocimiento de causa y efecto, conciencia y genuina entrega por la salvaguarda de los intereses más importantes, que son sin duda, los que derivan del bien común, y en este caso, del cuidado del medio ambiente.
De conformidad, destaca la reciente propuesta hecha pública por parte de la Diputada local de Movimiento Ciudadano, Julieta Mejía Ibáñez, a fin de estructurar la Ley de Cambio Climático para el Estado de Nayarit. No es cosa menor, tomando en cuenta que se pretende hacer frente en la localidad y con estrategias consecuentes, a un mal que se esparce a nivel mundial, y que recrudece a contracorriente en el ejercicio de actividades, como las antes citadas, que redundan en decrecimiento de lo poco que se vaya avanzando.
No obstante, el planteamiento en sí mismo, conlleva un reto para todos los entes involucrados, que cuando menos en la entidad, exigirá de compromiso y responsabilidad más allá de simulación y mínimo cumplimiento, y sí de resultados que podrán revelar en gran medida, la cuantía de voluntad de autoridades, instituciones y sociedad en pro del cometido. ¿Cómo es esto?
“Si las afectaciones -dijo la Diputada Mejía Ibañez, de acuerdo con estudios de la Universidad Autónoma de Nayarit- que originará el cambio climático en la entidad son el aumento gradual de las temperaturas, más tormentas intensas, retraso en el inicio del temporal de lluvias que deriva en la ampliación del período de sequía y aumento en la precipitación en meses de agosto y septiembre, aumento de los huracanes y el nivel medio del mar; [la propuesta de ley -que contempla 64 artículos-] establecerá [entonces] políticas públicas de prevención, adaptación, mitigación y financiamiento al cambio climático promoviendo la transición hacia un desarrollo ambientalmente sustentable, socialmente justo y económicamente viable, considerando el estado actual de sus ecosistemas”.
Así, tras la aprobación de la ley como del eco mediático que llegue a generarse -esto si es que se llega a instrumentarse la política comunicacional ideal, que vale decir, sigue siendo el “Talón de Aquiles” de poderes y órdenes de gobierno- resultará haber, más que un compendio de normas, derechos, obligaciones y buenos deseos, la coyuntura estratégica que permita “poner orden, cuantificar necesidades…llevar seguimiento del proceso y verificar resultados”, y garantizar así, que esto no quede como muchas leyes antecesoras: en el impulso “de relumbrón” de un régimen en turno y subsecuente incumplimiento artificioso -o hasta directo- y finalmente en desuso.
Por ahora, según se informó, “esta propuesta de Ley fue remitida a las comisiones legislativas competentes para ser analizada, discutida y aprobada”, de tal suerte que es en esta etapa del proceso en el que cabría pues articular la oportuna herramienta de enriquecimiento que asegure su vital trascendencia, y hacia el exterior la comprensión clara sin interferencia ni distorsión de lo que implica el cambio climático, sus efectos y la necesidad imperiosa de unificar criterios y esfuerzos para enfrentarlo. De conformidad entonces sí, el llamado de alerta de la Diputada Mejía Ibañez habrá cumplido cabalmente su función: “El cambio climático produce efectos negativos en la flora, la fauna y sobre todo a la humanidad, genera olas de calor, temporadas frías e incluso huracanes, los efectos de este fenómeno inciden en la salud de las personas y en su patrimonio, en la seguridad alimentaria y energética”, y la respuesta no se dejará esperar, pues solo de esta manera, se podrá concluir que el “Congreso legisló [eficazmente] en materia de cambio climático”. “Si así lo hiciere, el pueblo lo reconocerá, que si no, lo demandará”. Enhorabuena.
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